Por Shandra Keesecker-Rivero
En una de nuestras últimas paradas en Phoenix antes de agarrar el camino de regreso a Puerto Peñasco, de repente me llamó la atención la camiseta que llevaba un joven entrando a la tienda; la camiseta decía “Secundaria César Chávez.” Empecé a pensar en el porque habíamos venido a Phoenix precisamente este fin de semana, y me preguntaba si entre la botana y soda que el joven llevaba, si conocía la historia del hombre detrás del nombre en su camiseta, o si sabía de la nueva película estrenando en cines referente a la vida de Chávez. Así mismo, me hizo recordar del papel que tuvo Sonora (y hasta algunas personas de Puerto Peñasco) en traer a la vida esta película realizada por Diego Luna.
Este fin de semana, se estrenó la película César Chávez: Un Héroe Americano en las salas de cine en los Estados Unidos. La película, que cuenta con la actuación estelar de Michael Peña, Rosario Dawson, America Ferrara, John Malkovich, y Jacob Vargas, llegó a las salas estadounidenses a unos cuantos días previos a cuando Chávez hubiera cumplido los 87 años. La película hizo su debut este año en el festival de cine Berlinale en Alemania y también recibió el honor de preferencia de la audiencia durante el festival de música y cine “Sur por Suroeste” en Austin, Texas.
Hace aproximadamente dos años, el equipo de filmación de Chávez, así como los asistentes de casting llegaron a los campos de uva y a las ciudades de Sonora, escenarios, que serán siempre parte de la historia, para contar la experiencia del icónico México-Americano que organizaba campesinos en los campos estadounidenses, empezando por California. La historia de César Chávez en si empezó en la ciudad de Yuma, Arizona, antes de que se trasladó a Delano, California donde, junto con Dolores Huerta y otros, fundó el sindicato de Unión de Campesinos (UFW por sus iniciales en inglés). Falleció César Chávez en 1993 y desde entonces varias personas buscaban permiso de su familia para realizar una película de su vida. Al ser la primera persona en recibir este permiso de la familia Chávez, en el año 2012 el director/actor mexicano Diego Luna, armado con un guion escrito por Keir Pearson y Timothy J. Sexton, fue bien recibido por Sonora para la filmación de su “biopic” (película de biografía). Luna, uno de los fundadores de la productora Canana junto con el actor mexicano Gael García Bernal y productor Pablo Cruz, había decidido trasladar la historia de los campos de uva en California a un área justo al norte de Hermosillo.
Poquito después de que se anunció que Chavez se filmaría en Sonora, empezaron a buscar “extras” entre los residentes locales desde Hermosillo a San Carlos, Álamos y hasta Puerto Peñasco, así como la posibilidad de que algunas cuantas recibirán un papel en la película. En abril de 2012, ayudamos a la Oficina de Convenciones y Visitantes de Puerto Peñasco (OCV) en lanzar una convocatoria de casting. Casi 100 personas en Puerto Peñasco participaron en las sesiones de casting, realizadas por el asistente de casting de la productora, Emilio Merritt (quien también es actor). Merritt ya había realizado varios castings en San Carlos donde encontraron varios “gringos” debido a su cercanía a Hermosillo, y también hizo castings en Hermosillo. Aun así, Puerto Peñasco ofreció unas cuantas posibilidades y algunas personas fueron seleccionadas para ir a un segundo casting…en Hermosillo…¡ante el director, Diego Luna, y productor, Pablo Cruz!
Como “colgada” del asistente (de ninguna manera oficial y siendo honesta por el puro interés y ganas), el día del casting en Hermosillo, junto con otras cinco personas, subimos a dos coches y nos aventuramos en el viaje de 5 horas y media a Hermosillo, la Ciudad del Sol. Allí nos reunimos con otros dos amigos de Puerto Peñasco que también pretendían mostrar su talento para ser seleccionados; de 5 extras debería de salir un actor para el papel de capataz, pasaron uno por uno en frente del director, y finalmente nos informaron que siempre si habían seleccionado a uno (Bob Snyder) para un papel, aunque breve, en una escena importante de la película – de hecho, la escena escogida fue una en la cual se muestra que fueron los campesinos filipinos que lanzaron las primeras luchas para sus derechos, y luego se unieron con Chávez.
Pasó otro mes, y llegó otra llamada. El equipo de filmación, que ya se había trasladado de los campos de uva a las montañas del pueblo de Cananea, buscaba “anglos” como extras debido a que todos los interesados de San Carlos ya habían sido parte del proyecto de alguna manera u otra. Nuevamente, con ocho personas subimos a dos coches y salimos – primero a pasar una noche en Nogales, y posteriormente a la cita temprano en Cananea. Yo había arreglado llevar solamente 6 extras, aunque ya estando allí seleccionaron otros dos, (incluyéndome a mí) nos echaron ropa de la época y nos dirigieron al escenario. Así, me convertí en monja. Pasaron un par de días más – y otra llamada – y nuevamente escogieron a una cara conocida para otro papel con una breve participación.
El jueves pasado, justo a un día previo al estreno nacional en los Estados Unidos, nuestro grupo de 6 personas, nos sentamos en una sala de cine casi privada, y el peso y el significado de toda la experiencia me conmovió de nuevo. ¡Se podía sentir la emoción en el aire! ¡La historia es poderosa! …y de repente, ¡salió Bob! Cuando llegó la escena para el comienzo de la peregrinación de la ciudad de Delano a Sacramento, vimos (bueno, casi no…pero sí) la banda de extras de Puerto Peñasco en el fondo…ah sí, e identificamos a una de las monjas.
No suelo quedarme a los créditos en el cine, pero esta vez sí. Nos emocionó ver los mensajes de gratitud en la pantalla: ¡agradecimiento al Estado de Sonora, al Gobernador Guillermo Padrés, a la Comisión de Fomento de Turismo, y por su puesto a las comunidades de Sonora por su apoyo y ayuda en la realización de esta película!
Aunque la película en sí es conmovedora debido a la importancia del legado de César Chávez en los Estados Unidos, sin hablar de la gran cantidad de escuelas, parques, avenidas, y plazas que llevan su nombre en todo el país norteamericano, el personaje que misteriosamente cobró vida para mí fue la esposa de Chávez, Helen, (interpretada por America Ferrara), que le brinda al público una vista de su vida con un organizador, cuyas tácticas incluían periodos de huelga de hambre, boicots, encarcelamiento, y peregrinaciones que cubrían más de 300 millas, todo para llamar la atención a la lucha de los campesinos que trabajan en los campos agrícolas estadounidenses.
….
“Te abro la puerta?” me pregunta el chavito que lleva la camiseta de la Secundaria César Chávez.
“Si, gracias,” le contesto, “Me gusta tu camiseta.”