Cuando hizo su exposición, Carlos Sánchez le hizo una entrevista bastante buena (la pueden leer en la página de MamboRock) y le pedí permiso para ponerla en la página, para que ustedes pudieran conocer más de Socorro en su momento, pero cuando se lo comenté a Socorro, me dijo “No que, tú dijiste que me ibas a entrevistar y quiero que tú me entrevistes”. Entonces me encogí de hombros y le agradecí a Carlos, ni qué decir.
Entonces, desde hace tiempo que he querido entrevistar a Socorro (checando mi agenda del año pasado, tengo varias notas al respecto), pero es tímido y esquivo como un pez. Es una persona intrigante, de plática amena e interesante y un amante del cine. Hablar con él de imágenes (ya sea estáticas o en movimiento) es adentrarse a un mundo alterno diferente del que no nos habíamos percatado. Conoce de nombre, como si de cuates se tratara, tanto a directores como a fotógrafos, ilustradores y escritores. Es muy introspectivo y reflexivo pero en ocasiones suelta comentarios sin ponerte sobre aviso, agarrándote en curva, revelando un ser juguetón y de humor truculento pero divertido.
Me hacía burla porque cuando ya iba decidida a entrevistarlo, se desaparecía en sus múltiples obligaciones, o se ponía a platicar con Ariel y me daba largas “mejor mañana”, “ahorita ando cansado”, “no se me ocurre nada”. Otras veces salía fuera del puerto, estaba organizando algo junto con Nina, tenía que adelantarle a su proyecto; tenía otros compromisos, otras veces yo no podía. “Ya vez, es que tienes que hacer cita con tiempo pues” decía divertido mientras yo torcía la boca.
-Entonces por internet. Te mando las preguntas y me las contestas a tu tiempo y ritmo- le comenté un día por chat
– Nel- escribió casi de inmediato- el chiste es que tú la escribas.
Ante mi insistencia, uno de los tantos días de diciembre me dijo a modo de confesión: “Ay no, en serio ¿cómo crees? ¿sigues con eso? ¿Yo? Si no tengo nada interesante que decir, mujer. Además, lo de la expo ya pasó y ni me acuerdo bien” (la exposición es la de “Intromisiones” que hizo el 26 de septiembre en el ITSPP, dentro del marco de Foto-septiembre Sonora 2013… Sí, exacto, desde entonces me anda huyendo, si no es que desde antes). “Bueno, ya hablaremos de otra cosa entonces” le repliqué sin dar mi brazo a torcer y sólo se reía “‘ta bueno pues, sólo porque me caes bien. Nos ponemos de acuerdo para después de la Gala de Invierno, pero antes de que empiece a trabajar”.
Entonces como dicen: “No hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla” … el día llegó y el señor que “no tenía nada interesante que decir” se aventó un buen rato platicando y hurgando en su memoria hipnotizándonos con todos sus conocimientos adquiridos por el puro amor al arte.
Sé que le conocen, se le ha visto en casi todos los eventos con una cámara fotográfica y cuidando del video que ha dejado en un tripié, construyendo una memoria visual minuciosa del momento. A veces a la izquierda, a veces a la derecha, luego desaparece y aparece sin hacer mucho ruido, muy serio, a veces limpiándose el sudor con un pañuelo rojo, pues se mueve a gran velocidad. Un ser hiperactivo, una corriente marina enérgica camuflada debajo de un mar tranquilo sin olas, como espejo.
Ahora por fin lo pude sentar tranquilamente en un café.
¿Quieres que hable de la exposición? ¿La que hice ya hace mucho rato?- preguntó después de saludarme mientras yo ponía en su lugar el celular que funge como grabadora.
-Si esa- contesté instantáneamente. Él solito había iniciado la entrevista.
-Se llamó Intromisiones- se acomodó en el asiento, se rascó la barba y perdió su mirada en la memoria- Bueno, pues me invitó Zacarías Páez del Instituto Sonorense de Cultura. Él actualmente está en la coordinación de Artes Visuales, y exactamente no recuerdo el mes, creo que fue como en Junio, por ahí ¿no? – mira a Nina que está sentada a su lado ocupada en la computadora, buscando la confirmación a la pregunta
– Bueno cierto, en realidad fue a principios de año… había que mandar el proyecto y luego te llega la confirmación, que esa sí fue por junio… y es que Zacarías tiene conocimiento de que me gusta la fotografía, también me conoce por la cuestión de la ilustración y el dibujo, entonces había tenido oportunidad de ver algo de mi trabajo cuando lo comparto, y pues por eso me invitó a que concursara. Osea… Primero presentas el proyecto y si te lo aprueban, lo presentas, si no, pues muchas gracias.
-Pero tu estudiaste una licenciatura en literatura ¿qué no?- recordando un poco confundida, lo que seguramente antes me había contado.
-Si, yo tengo una licenciatura en Letras Hispánicas, en la Universidad de Sonora.
– Y te dedicas más a lo visual- puntualicé
-Pues siempre me ha gustado más la cuestión visual, aunque la carrera me ha servido muchísimo. Definitivamente si yo no la hubiera estudiado no se me hubieran abierto tantas puertas en la cuestión del conocimiento, el lenguaje, el aprendizaje de ciertas cosas que tienen que ver con lo audiovisual; con el cine específicamente, que es el arte que más me gusta y que más disfruto. Obvio si me gusta todo lo demás; me gusta mucho la música, me gusta la literatura, la arquitectura, pero lo que más disfruto, sobretodo como espectador es el cine, y también disfruto mucho haciéndolo (bueno, hago mis pininos).-
-¿Haces actualmente videos? Aparte de los que tomas en cada evento o taller como memoria digital.
-Pues estoy haciendo un proyecto documental, que es sobre la obra y vida de Don Guillermo Munró Palacio el escritor sonorense.-
-¿Esta es tu primer trabajo, tu opera prima?
-Sí, es mi primera obra como realizador. Ya he tenido otras colaboraciones en otros proyectos en diferentes con compañeros en Hermosillo, aquí mismo en Peñasco, más que nada por mi desarrollo en el Cine Club Primera Toma. Y bueno, tengo otros proyectos ahí audiovisuales, pero pues ya hablar de un largometraje, de un documental ya son palabras mayores, requiere de más cosas.
-Tengo entendido que este es de un premio o apoyo que ganaste, según leí en facebook en alguna ocasión.
-Si, es el estímulo que te dan durante un año. Yo lo presenté dentro de la categoría de investigación artística por las características del proyecto en sí, y quedé beneficiado, entonces durante un año me llega un aporte mensual y uno adquiere el compromiso de estar presentando informes, cada tres meses avances del proyecto y finalmente lo que tengo que presentar ahora en febrero es el trabajo ya terminado.
-¿Sólo es presentar y ya, ahí quedó el proyecto?-
-No, también se programan o se calendarizan diferentes proyecciones para difundir el trabajo. Una es en Hermosillo, porque la promoción tiene que tener unas fuera del municipio donde estás residiendo y la otra es aquí. Obviamente va a haber más porque te piden una cifra muy concreta de proyecciones para difundir el trabajo. También hay que hacerlo en DVD y compartirlo con las bibliotecas públicas, en las instituciones educativas del estado… pues el chiste es que se conozca y que se difunda. Es parte de los compromisos que yo adquiero y de las ideas que yo propuse cuando presenté el proyecto.-
Hizo una pausa para tomar café. Saboreó su café, lo miró, le dio otro trago. Se veía que su cerebro seguía trabajando pero su superficie estaba en calma. Bajo la taza y continuó
-Anteriormente había participado también en FECAS con un proyecto de fotografía, también dentro de la categoría de investigación artística, pero no, no quedé. Era un proyecto de 20 retratos de escritores sonorenses en activo, incluía narradores y poetas. Era de escritores ya consagrados, reconocidos, estamos hablando de más o menos por arriba de los 40 años, hombres y mujeres. Y estaba suave el proyecto pero pues no, no quedó. Le dan mucha prioridad al aporte social. Por eso en el proyecto del documental es importante la difusión. Lo que yo propuse fue una serie de exhibiciones y la difusión del disco con el material, más aparte hacer un catálogo.
-Pero este no es de esos que se entregan y ya, se va a quedar ahí. El trabajo del FECAS para este año es de cortometraje, pero luego va a hacer mediometraje y ya después largometraje… va a ir progresando.
-Entonces, ese mismo¿ lo vas alargando?-
-Sí, bueno es la idea, poco a poco irlo complementando con más y más información u otras historias.
Primero este año presentamos el cortometraje, luego ya vamos ampliando el documental. Es un proyecto largo, pero me parece que va a estar muy suave.
-Porque esto ya es de 10 años de investigación de la vida y obra de Don Guillermo pues – irrumpió Nina- No se puede quedar así nada más en un cortito. Desde el 2003 estamos investigando.
-La idea es que se haga un trabajo de calidad, que se vea cinematográfico, obviamente también para pedir recursos- puntualizó Socorro- porque si no no consigues nada. Y lo que es el proyecto, eso sí lo tengo muy claro, tiene un enfoque, no me gusta decir que didáctico pero sí educativo. Yo tiendo mucho creativamente a la contemplación, me gusta, pero aquí me interesa mucho como darle ese enfoque informativo/educativo aunado a presentar el estilo visual que me gusta practicar.-
La idea es dar a conocer mi trabajo y el contenido…La importancia que tiene Guillermo Munro como artista, porque, no nada más es escritor o literato, también tiene una trayectoria como fotógrafo, como actor, diseñador… Entonces es muy completo.
Hubo un efecto como de intermedio; la chica de la barra se acercó trayendo bebidas calientes, una a una y todos nos quedamos mirándola expectantes como se acercaba paso a paso a la mesa.
Cuando por fin dejó el segundo café sobre la mesa, sano y salvo, todos suspiramos-
-Bueno, pero hablando de otros proyectos… Las fotos de tu pasada exposición “Intromisiones” ¿Te llevaron mucho tiempo?- reanudé, sin recordar muy bien donde me había quedado. Con ese último café temblando en las manos de la chica, me había bloqueado completamente y solo tenía en la cabeza brincar lo mas lejos posible ante la probabilidad de una quemadura.
-Mmmm… No, fíjate que no mucho, más bien el asunto fue escoger. Es una técnica que he ido desarrollando… A mí me gusta mucho el paisaje y tomo mucha foto así … Mira, para que te des una idea, puedes ir a mi blog que es “retratosinciertos.blogspot.mx”, que es una muestra de mi trabajo. Ahí comparto todo tipo de información, ya sea mía o algún enlaces que me gustaron, videos y así…Bueno, entonces, en ese blog puedes ir a Mi Galería Fotográfica o a Mi Galería de Ilustraciones porque también le hago y me gusta mucho el dibujo (que la verdad no tiene todo mi trabajo que he hecho como ilustrador o dibujante, que por una razón u otra no he subido).
-A ver, espérame- dije mientras anotaba- qué interesante, osea también Ilustrador y dibujante… ¿Y eso de dónde lo sacaste o estudiaste?
-Lo del dibujo se me dio solo, eh, no lo aprendí en ningún lado. Nunca he estudiado eso, pero sí, cómo que es de familia. Tengo uno, dos, tres hermanos que están en eso… Un hermano que vive en Estados Unidos que practica la caricatura, y es muy bueno… tengo una hermana que es pintora, tuve un hermano que era pintor y dibujante, y eheee… ¡a bueno! dos sobrinos, Erick, el hijo de esta hermana que te menciono, que le gusta el diseño y la ilustración digital, y otro sobrino Iván Aguirre, ya bastante famosón por sus fotos pero también le gusta la ilustración y dibujar.
– Si es el que creo (una vez me compartiste su blog y creo que salió en alguna temporada de México´s top Model)- comenté- no se ve tan joven, ni tú tan viejo
-Bueno, es mi sobrino, pero crecimos como primos… Es hijo de mi hermana la mayor, mi mamá tuvo muchos hijos, entonces ya te sabes la historia. Él es como dos años menor que yo. Y cómo mi hermana trabajaba desde muy joven, pues el chamaco se crío ahí con mi mamá, y tenemos una relación muy cercana por eso mismo. De hecho éramos tres, Víctor Hugo, el hermano que ya falleció, Iván y yo, los que andábamos ahí cotorreando a mi mamá.
Solo por un instante sus ojos se vuelven tristes, apura un trago, me sonríe y continúa.
-Y te digo que esto del dibujo se me dio solo, pues, desde chiquillo empecé a dibujar y luego ya en la primaria los maestros me metían a concursos, y pues así…
– En la universidad ya era muy solicitado para todas las viñetas- aprovechó el silencio Nina sin levantar los ojos de la computadora y él le dirigió una risa tierna.
-Entonces ¿no te colabas en la universidad a las clases de dibujo o algo así?-
-No fíjate, lo que hacía era que iba a las bibliotecas y veía muchos libros, enciclopedias… y ahora que lo menciono, es algo que me gustaría volver a hacer… Recuerdo que lo hacía desde la secundaria, la preparatoria y en la universidad también, entre una cosa y la otra … Veía libros de historia del Arte, enciclopedias y libros sobre dibujo… También sobre fotografía, desde que recuerdo también me ha gustado mucho todo esto de la cuestión de la imagen, de la fotografía. Me gusta el retrato, el paisaje (cómo ya te había dicho) y la fotografía documental. Entonces si encontraba un libro de esos, me los devoraba.
A raíz de que a Socorro le dijeron que tenía cáncer, le entró una desesperación por tomar muchas fotos. – suspira Nina- antes tomaba otros tipos de fotos y yo me fije que, después de esa noticia nada agradable, le tomaba fotos a las nubes, al mar, a cosas efímeras ..
“Ahorita estoy en mi fase”, me decía y “ahorita ya no me interesa pintar, yo lo que quiero ahorita es tomar fotos y no fotos familiares, si no de aires, de momentos” y se iba- hace una seña poética con la mano, con la que voltee curiosa atrás. Pues la seña de “irse” se combinó con la de “hola” con la que saludaba alguien que iba entrando.
-La cuestión del dibujo, no me gusta mencionarlo así, se me hace bien mamón, acá tipo “estoy en crisis”- ríe Socorro – Pero si llegó un momento en que no se me ocurría nada que plasmar, no había algo que se me hiciera interesante… No que haya perdido la habilidad, pero nada más hacía cosas por encargo… y entonces me dio más por este rollo de la fotografía. Lo que pasa es que uno se empieza a fijar, a poner atención en ciertos detalles que antes pasabas por alto… bueno, yo me imagino, la verdad es que no me había puesto a pensar en eso, lo hice y ya… Solamente que siempre me había gustado mucho el paisaje y me llamó la atención enfocarme en la naturaleza. Hallo yo mucho misterio en ella, tiene muchos secretos, en los árboles en las nubes, en el cielo, y fíjate que no me gusta la fotografía preciosista, esa de los atardeceres perfectos o los paisajes hermosos, prefiero el cielo así al natural… No que no me guste, sí me gusta pero prefiero verlo en vivo que en una foto, y hallo un encanto en un mar como gris.. y no es la idea para nada transmitir algo triste, si no misterioso.
Es que a veces la gente piensa “no, pues éste anda depre” y la fregada, pero para nada; o que todo mundo asocia un día nublado con cuestiones depresivas, típico ¿no? No tiene porque ser así… No nada más lo perfecto tiene encanto, si no también el día a día, cómo esté, es misterioso y bello.
Hace un silencio y pierde la mirada. Con las manos corrobora la temperatura de la taza y da un sorbo. Y yo observo como Nina lo mira con el rabillo del ojo, mientras Ariel acomoda de nuevo su celular para hacer algunos “time lapses”.
En estos intervalos Socorro parece ir y venir del infinito. El mide sus comas y puntos. Me empezó a causar gracia que cada vez que intentaba de hacer alguna pregunta, y él no había terminado de expresar su idea, seguía con el hilo de sus relatos.
-Y así sin mayor reflexión ni nada- continúa como si nada- me salí a tomar fotos y ya. Le tomaba a cosas que iba viendo y que me llamaban la atención. Como por ejemplo, rumbo al puerto hay un árbol que me fascina, que está en ese proceso de que entre que se seca y quiere estar vivo… No me acuerdo cómo se llama la calle, pero es ahí en la subidita, y siempre que pasamos digo “le voy a venir a tomar fotos a este árbol, lo voy a hacer”… Y así he estado, a ver si cuando por fin me decida, no lo tumbaron ya… Pero ahí está el árbol, cómo esperando a que vaya y que me decida a tomar la dichosa foto.
Se me antoja hacer algo más experimental, porque tiene una forma muy caprichosa que me llama la atención, y por ejemplo en la cuestión del cine, también siento inclinación por ese tipo de cine que está en contacto con la naturaleza, el ser humano que está interactuando con ella y cómo es que esta relación define ciertos comportamientos. Se me hace algo muy complejo y muy admirable cuando lo logras transmitir…
-¿Y entonces que sigue ahora en tus proyectos?-
-Pues me gustaría mucho hacer retrato, hacer desnudos, de hecho ya me hicieron la invitación para presentar un proyecto para el próximo Foto-septiembre, y … El proyecto entra a competencia ¿eh? No creas que por que ya me invitaron ya estoy adentro. La convocatoria es abierta y cualquiera puede atender y concursas con otros más… y ya lo que dictamine el jurado son los que se quedan.
A mi me gustaría presentar un proyecto de retrato, de rostro y de detalles del cuerpo, pues en las cuestiones del cuerpo me gusta mucho el detalle, las líneas, las formas… A ver quién se deja, porque bueno, no nada más gente que es modelo ¿no? La verdad es que todo tipo de cuerpo es bello, tiene su hermosura.
¿Y cómo quien, tienes a alguien en mente? ¿O vas a recurrir a los típicos modelos como en las escuelas de dibujo?
– No, aún no sé, pero pos preguntando, digo no voy a sacar un anuncio acá en “feis” que diga que voy a hacer desnudos y que a ver quién se apunta, pues no. Es solo una idea y a ver si “cuaja” o en algún momento se logra desarrollar. Tampoco creas que soy muy bueno en eso de estarle preguntando a la gente, si me da un poco de pena a veces.
-Pasando a otra cosa… ¿desde cuando eres tú el miembro hiperactivo del Cine Club Primera Toma?
-Desde el 96, bueno 1996, ya el siglo pasado ¿no? Que fuerte suena eso- suelta una carcajada- El cine club empezó en el 94, ya tenía dos años funcionando cuando yo me integré… Yo iba a las funciones, cuando entré a la carrera de literatura. Me enteré que había un cine club que pasaba películas cada sábado en una aula y empecé a ir… Lo que pasa es que yo, para ese momento, ya tenía yo algo de bagaje al respecto, ya entendía de cine, pues cuando estaba en secundaria empezaba a ver cine…
Me voy a oír muy simple pero bueno; yo desde entonces, o antes yo ya notaba algo distinto en mi manera de apreciar el cine, no era nada más llegar a sentarme a ver la peli y ¡zan! se acabó, no, yo como que las degustaba, las defragmentaba. Obvio que luego sentía que estaba viendo películas medio raras, que no eran para mi edad- vio mi cara de duda y entonces aclaró- Medio raras en el sentido de que eran películas fuertes en cuestiones de violencia, de trama, o de sexualidad, cosas que un chamaco de entonces mi edad no debería estar viendo… Pues es que devoraba yo las películas, de chico ya había visto todo lo de Disney y todo lo que salía, y como te digo, yo ya intuía que había algo más, ya quería yo algo más demandante.
Tengo un hermano que vive en Estados Unidos, que él es cinéfilo también, él fue el que puso el cable en la casa y todo cuando era morrillo. Andaba yo bien emocionado y en la media noche ya cuando todos estaban dormidos, me ponía a ver películas de terror.
Entonces, mi infancia transcurrió en el centro de Hermosillo. Salía de mi casa, cruzaba un parque y ahí estaba un cine, que era el Cinema 70, que era de los más importantes de la ciudad.
-¿Era un cine alternativo?-
-No, era un cine normal que pasaban películas de todas, las comerciales. Ya cuando fui creciendo fui conociendo gente como el maestro Rafael Gándara que ya falleció, eh… otro compañero maestro de la UNISON José Abril, que eran mayores que yo y me comentaban, no que de las películas tales o de aquellas otras, que si el cinema 70 iba a proyectar tal película que valía la pena por que era de equis director, o que en tal otra la fotografía estaba muy buena… y así fue como fui adquiriendo más conocimiento sobre el cine; que veían a Fellini, a Visconti, o a directores mexicanos como a Ripstein y así- Pone la barbilla sobre la mano en lo que está recordando y se ríe – es que luego se oye bien mamón andar tirando nombres así.
Hace una pausa, como tantas otras. Se rasca la barba y cuando quiero preguntar y me sale la primera sílaba, él sigue con el relato.
-Ya después ese cine, como muchos otros se fue al olvido ¿no?, y supongo que para recuperar algo de dinero, ya empezaban a pasar películas pornográficas, hasta que se cerró el cine… Ahí fue donde vi las películas que uno tiene que ver de chamaco, que Tiburón, que las de Spielberg como ET, o las de no tan chamaco como Alien, las dos primeras, la de Scott y la de Cameron, ya la tercera de Fincher y la que le siguió del francés Jean Pierre, las vi en el otro cine que era el Cinema Gemelos.
Ya cuando el cine no existía, encontré un videocentro en donde rentaba películas… uno de esos videos viejos y perdidos que nadie se acuerda, pero donde encontraba muchos títulos interesantes, por eso me gustaba. Después lo cerraron también y entonces cuando entré a la carrera, me enteré que había cine club pues era más que lógico que iba a ir con mucho gusto… y más que pasaban otro tipo de películas que eran las que a mi me interesaba ver y la gente con gustos afines.
En eso llega otra ronda de cafés para todos. Contuvimos el aliento cada que la chica ponía uno a uno el líquido caliente frente a nosotros.
-Ya para esto, cuando me integro al cine club (bueno, los descubro y voy religiosamente a las funciones), me invita Nina a participar – y Nina le dirige una sonrisa pícara a su esposo-
-Lo invitamos a que fuera a presentar unas películas a Cananea- dijo Nina- Él y el Tomate ¿cómo se llamaba?
Juan Pablo… no me acuerdo-
-Y los mandamos para allá para que presentaran la carreta universitaria y le dije al Socorro ¿quieres participar? Y luego luego aceptó y los mandamos hasta Cananea en su primera participación en el cine club- agregó Nina
-El otro pobre llegó conmigo y me dijo “mira que nos mandaron hasta allá” y fue su debut y despedida, ya no volvió a ir.
Si, pobre, fue como una prueba de fuego.-
-A mi me dieron en mi mero mole, la verdad- siguió Socorro- Porque me gusta mucho pasar películas, lo disfruto bastante y compartir lo poco que sé o que he investigado, o la información que tenga con respecto a una película…
Entonces aparte de mis clases, ya participaba en el cine club, y para mi era como asistir a dos escuelas, porque nunca se deja, o bueno, yo nunca dejo de aprender.
– Lo combinaba muy bien, aprendí cosas en mis clases y las aplicaba en el cine club y a la inversa; así se alimentaba una a otra. El cine club me encantaba, era indispensable. La otra me gustaba pero a veces me desesperaba un poquito; porque bueno, la formación de la carrera es en realidad , pese a quien le pese, es sobre historia de la literatura, en otras palabras, egresas para ser docente. Es el perfil que creo sigue teniendo, entonces a mi la verdad eso de la docencia tan estructurada como que no se me da mucho, digo, si me encanta compartir lo que sé como ya te había dicho, pero nada frente a un grupo y yo llegar con mis plumones a pasar lista y eso, no. Fuera de eso la disfruté mucho.
-¿Pero que no estás trabajando en la universidad? – pregunté intrigada.
-No no no no… bueno, si, pero estoy en el área administrativa, en Vinculación y comunicación, hago videos, edito, redacto, tomo fotografías, diseño constancias, estoy en la cabina de sonido del auditorio… Lo mismo que siempre hago- ríe- Logística. Pero no doy clases.
-Él ha escrito para muchos medios importantes, sobretodo crítica, de películas, de eventos o libros- interrumpió el silencio Nina.
Socorro ríe- Pero si no quiero que me conozcan por criticón –
– No, pero para que vean que si escribes también- le dice y voltea conmigo- él escribe unas críticas de cine bien buenas, verás. Ya pronto va a sacar más.
Socorro le dio un sorbo a su café perdió la mirada y continuó.
-No me considero una persona de muy rápido aprendizaje, ni un genio al que le salen ideas, como a Carlos Sánchez, que aprendió todo él solo… Yo pienso mucho las cosas, las analizo. No que esté mal o esté bien, solo que es mi manera de hacer las cosas. Si me he vuelto más práctico y abierto…
Cuando Nina me conoció era una ostra.
Es cierto, es cierto- afirmó ella- Viene de familia muy reservada. Lo hubieras conocido antes, no le sacas ni el buenos días.- reímos.
-Si, y ser miembro del Cine Club ha sido parte de esta apertura-
-Por eso Socorro es muy bueno en el Cine Club – añadió Nina- porque sabe combinar lo técnico con la intelectualidad, porque había integrantes que solo hacían una cosa, o yo solo la reseña, o yo solo proyecto, o escribo un poema, o presento, pero no quiero conectar la tele ni nada, que ya esté todo listo, en la actualidad siguen así y por eso no pasan de “perico- perro”. Y Socorro no, él lo mismo escribe que acomoda las sillas, que proyecta, conecta todo y arregla el audio. Que yo con la dirección soy más técnica, entonces con él me complemento muy bien.
Cuando no está tomando videos, está haciendo el diseño del próximo taller, o poniendo una película, tomando fotos, arreglando el audio… Si, desde que estamos en Peñasco, el cine club no sería realidad sin Socorro la verdad.
-Y aquí estamos aquí desde el 2003- puntualizó Socorro- ¿y ustedes cuando llegaron?
Honestamente no sé como de ahí derivó la plática en que teníamos que renovar nuestras credenciales de elector, la chica del café se acercó para ver si queríamos algo más, pero todos aún teníamos líquido en nuestras tazas. La conversación siguió con anécdotas más actuales y del puerto, entre las risas de todos… De una manera muy suave, sin darnos cuenta la entrevista se acabó y la grabadora grabó hasta poco tiempo después, que prudentemente llegó a su límite.
Nosotros seguimos ahí sentados, un rato más, sin prisas, hasta que se bebió la última gota de café.