Una noche me llegó un extraño mensaje.
«Hola, Moka ¿Andas por ahí? Ocupo urgente que te comuniques
Te platicó rápido: en la Feria del Libro me encargaron armar una mesa de Blogueras, para que compartan sus experiencias. Invité a Tamaura y Ale Meza. Falta Silvia Núñez por confirmar y pensé en ti. Sería el sábado 31 de octubre a las 6 pm.
Dime cuanto antes si te late para que te anoten, porque mañana de mandarán imprimir los programas»
Era Josué Barrea (socio fundador de La Casa de Viena y miembro del consejo consultivo de ISC Radio), invitándome por medio del chat del Facebook (muy adhoc) para formar parte del ciclo “Saltando al futuro. Nuevas tendencias en el Sonora digital”. Pláticas con gente que se abría a medios digitales como forma de expresión. La Feria del Libro estaba apostando por eso. Habría una mesa de booktubers , una de blogueras y una de Medios digitales para la Cultura.
Fue una grata sorpresa (enorme) que me tuvieran en cuenta, pero entonces estaba indecisa, había mucha actividad en Puerto Peñasco esos días (30, 31 de octubre y 1 de noviembre); altares, catrinas, concursos, fiestas, a mí me encanta disfrazarme. Pero una vez solucionado el asunto y que hice un rápido balance con la cuenta de banco, acepté. Para ir ganando experiencia, para ir haciendo presencia… pero sobre todo para hacer algo diferente. Yo quería ir a la Feria y ahora ya tenía pretexto.
Las cosas se fueron dando. Me mandó un whatsapp Andrea; “Dice Cris que va a estar en Hermosillo, en la Feria del Libro. En vez de irte directo el sábado, vente el jueves o el viernes”. El jueves no se pudo (utilicé ese tiempo para que Guille adornara mi cabello con tonos rosas y violetas, tenía que estar guapa) y me fui el viernes temprano. Si Timbiriche tuvo sus reencuentros, por qué no nosotras.
Seis horas y cacho en un camión que tenía por propósito en la vida, experimentar con la criogenia como una alternativa para el viajero (luego seguirán los viajes a través del espacio y tiempo, supongo). Llegar al hotel, luego ir a comer las tres (aunque Cristina ya había comido), regresar al hotel (por aquello de la lavada de dientes y el cambio de enseres en la bolsa) y de ahí a la Feria. A la presentación de su libro En voz alta.
Una feria bonita, concisa, transitable y fácil de visitar. Con personajes que salían y te sorprendían. Cada stand tenía su nombre, o la editorial, había un foro enorme para las presentaciones de libro y actividades formales. En el centro, detrás de la puerta de Alicia (por ahí andaban la Reina de Corazones y el Sombrerero) estaba una estación del ISC Radio. Hasta atrás un cómodo (créanme que sí) Centro de Lectura de CONACULTA, donde desde que llegué escuche a cuenta cuentos, niños fascinados haciendo preguntas y escuchando las historias. Al otro extremo, una chica vendiendo libros viejos. Se llama Norma Aguilar y buenísima onda. Vendía café y nos platicó sobre su mamá; una persona interesantísima, con gran biblioteca bagaje cultural y profesiones (maestra, literata, periodista, hablaba varios idiomas).
Y fue justamente así, entre stands, que fue mermado mi dinero. Un libro tras otro, una presentación tras otra, autores que firmaban con pluma fuente los libros.
—No veas— Me dijo Jorge Alberto Gudiño Hernandez, cuando estaba firmando su libro Justo después del miedo. Después descifré (porque la letra estaba algo extraña) lo que decía; «Para Moka de cabellos multicolores, por el enorme entusiasmo que me significa tu lectura». Sonreí.
Me recordó aquella vez que Imanol Caneyada, estaba en Puerto Peñasco, al final de su taller de escritura firmando libros. Uno tras otro. Qué trabajo tan titánico ha de ser buscar las palabras para cada uno que se acerque a que le dediquen unas líneas. Todas levemente diferentes, a modo personal, pero no íntimas.
Quiero pensar que, en esa ocasión, mis «cabellos multicolores» le aligeraron la carga.
También compré el de Elmer Mendoza, La prueba del ácido, antes de que empezara su presentación, sin embargo por distraerme con las catrinas que iban llegando, mezcladas entre los personajes de Alicia en el país de las maravillas, me quedé sin desenvolverlo. Casi literalmente perdí mi oportunidad por andar siguiendo al conejo blanco. Y después, olvidándome completamente del asunto acordándome de súbito en la cafetería al otro lado de la plaza. Así he acostumbrado a mi cerebro a llenar los espacios en blanco de mi memoria. Uno nunca queda mal cuando no recuerda que tenía por hacer en la agenda, y dice «voy por café». Obvio, llegué tarde y me quedé con el libro sin firmar.
Entre esas ocurrió mi mesa de blogueras. En medio de la Feria, junto al espacio que tenían de ISC Radio. Acomodaron sillas y unos silloncitos blancos. Yo estaba super nerviosa. No soy excelente hablando en público (y en esos momentos pensaba «quien me manda meterme en estos asuntos»), y por eso me había quedado un rato encerrada en el hotel escribiendo lo que según yo iba a decir, después de desayunar con Cris.
—¡Relajate!— avisó Hermes, el moderador de la mesa, cuando nos presentaron y yo andaba estrujando mis hojitas— Va a ser todo muy tranquilo; les voy a hacer unas preguntas y las contestan, como en plática— Yo estaba a punto del infarto; iba a tener que improvisar.
Supongo Hermes observó mi cara porque agregó— Va a ser sobre sus blogs ¿no me digas que no conoces tu blog? ¡Obvio que sí! Por eso, tranquila, que no va a ser nada del otro mundo. Checa ahorita como le vamos a hacer con los Booktubers.
Fueron llegando las demás blogueras invitadas y su desenfado me relajó un poco. Le di una última leída a las mentadas hojitas y luego las tiré en un bote de basura por ahí. No iban a servir de nada, no tenía caso que anduviera buscando guía en ellas.
La mesa de booktubers estuvo entretenida, y con lleno total en las sillas. Igual el de las blogueras. Mis compañeras lo hicieron muy bien y según yo, no me fue tan mal.
¿Quieren escucharnos? Les dejo los links de audio (me gustaría saber su opinión y también que conozcan a todos los que se animaron a asistir y apuestan por lo digital):
Blogueras: https://www.ivoox.com/player_ej_9274970_5_1.html…
Booktubers: http://www.ivoox.com/mesa-booktubers-oct31-2015-audios-mp3_rf_9274874_1.html
Y de paso, les dejo también, el de Mesa de Medios Alternativos para la cultura (para ese no me quedé pero es igual de bueno saber que pasa): http://www
.ivoox.com/mesa-medios-alternativos-para-cultura-nov01-2015-audios-mp3_rf_9274969_1.html
Bien, después de todo eso, llegaron las catrinas, la orquesta sinfónica, se puso todo más colorido y festivo.
Mi amiga checó su reloj y me avisó «Si vas a querer tus calcetines, vámonos porque nos cierran el Walmart» pues resulta que el hotel solo tenía dos temperaturas: frio polar antártico y frio «todos-somos-cuates-en-Alaska». Sin contar con el camión de regreso para el que no contaba con colchita protectora. En eso estábamos, en las cajas, cuando recibí un mensaje de Josué: «Estamos en el Tabú por si quieres darte una vuelta». Excelente. Justo lo que necesitaba, un trago (o dos), antes de ir a dormir y emprender el camino de regreso.