Por la carretera 8, entre Puerto Peñasco y Sonoyta, a la altura de Agua Zarca, hay un camino que por lo menos una vez a la semana se dirige a los beneficios que ofrece la equinoterapia en el rancho del Club Ecuestre Corceles de Puerto Peñasco, A.C. propiedad de Aarón y Claudia Pérez.
En lo personal no sabía que existía este programa, hasta que un día, me habló muy entusiasmada Betty Majors de la arrendadora de condominios RPR México, invitándome a conocer el rancho que apenas ella había ido a visitar y ,donde junto con Claudia, están planeando un evento para el 13 de noviembre para recaudar fondos en apoyo al programa de equinoterapia.
El camino a la equinoterapia de Aarón y Claudia es una travesía emocionante; aproximadamente 5 km al este de la carretera, y entrando por un camino de arena suave hasta llegar a la entrada, marcada por una reja. Éste es el camino que los padres de 12 niños de escasos recursos, y un señor de la tercera edad, recorren con mucha alegría una vez a la semana, donde Aarón y Claudia, junto con sus hijos y dos voluntarias muy dedicadas (Cela e Hilda), reciben a los jinetes con mucho entusiasmo, a quienes por cierto, se les ilumina la cara al ver por primera vez los caballos. También hay un par de estudiantes de la escuela CIMA que se han acercado a ser voluntarios, animados con la posibilidad de recibir un punto extra en sus estudios por su servicio social.
Apoyado en un de los fuertes postes plantados en la tierra, Aarón humildemente cuenta cómo fue que él y su familia pusieron cada uno de estos postes en su lugar con sus propias manos hace aproximadamente 3 años, después de traer los caballos del terreno que usaban en Lomas Campestres, comentó también cómo construyeron la arena donde hoy practican la equinoterapia.
Caminando al otro lado de la arena, me señala uno de los logros más recientes: una plataforma con escalones a un lado y una rampa al otro, “para las sillas de ruedas,” explica, “para que los niños puedan estar a una altura cómoda para subirse al caballo”. A unos 400 metros se encuentra una estructura tipo establo de acero, que ofrece espacios amplios y limpios para los caballos de la familia, así como de uno que otro acomodado. Se utilizan principalmente tres de los caballos de la familia Perez para la equinoterapia, y también la familia suele participar en desfiles, y otros eventos civiles.
Antes Betty ya me había comentado que quiere ver la manera de apoyar para adquirir “sombras” para todo el establo, lo cual sin duda ayudaría proteger a los caballos del fuerte sol del desierto.
Después de una visita rápida a la bodeguita repleta con equipo para la caballería, Aarón mira a la arena, donde su esposa, hija e hijo mayor, apenas están terminando con la última sesión de 20 minutos del día. El jinete es una persona de la tercera edad, ahora guiado del caballo de regreso a su silla de ruedas, antes de bajarse por la rampa nueva de acero al lado de la arena.
Ya caminando de regreso al lugar donde platicaría con Claudia, Aarón saluda a una de las madres que fielmente trae a su hija a las sesiones de equinoterapia cada jueves, desde diciembre del año pasado.
– Me gustaría que nos platicaras un poco sobre tu experiencia – le comenta Aarón, invitándola a la conversación.
– ¡No puedo comentar lo suficiente!- responde la madre, muy emocionada. – Los cambios que he visto en mi hija, quien por cierto todavía usa casco para no hacerse daño a ella misma, son muchos. Para muchas personas tal vez sea poco, pero ¡para mí es como si ella hubiera graduado de la universidad! No importa cuánto calor haga, o frío, ¡aquí estaremos cada semana!
Su hija, la pequeña amazona, cuyos ojos continuamente se dirigen a la arena y al caballo llamado Bingo, ya sin nadie montado en él, es una de los cuatro niños becados directamente por Aarón y Claudia. Hay otros ocho niños más, patrocinados por empresas o particulares, con un costo de 2000 pesos mensuales, y actualmente hay una lista de espera de 8 niños más. Gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento, los patrocinadores de los niños que participen en la equinoterapia, pueden obtener recibos deducibles por su aportación. Varios patrocinadores, me comenta Claudia, solamente pueden ayudar con una parte, entonces un niño puede llegar a tener 4 patrocinadores (o más). Ya como Asociación Civil, una de sus metas en el futuro es poder ofrecer directamente recibos deducibles. Betty me explica que su empresa, RPR México, patrocinan a un niño por completo y que, por supuesto, ¡siempre son bienvenidos más patrocinadores!
Una pasión por los caballos se convierte en una pasión para ayudar
El sol ya bajó, Claudia empieza a quitar el polvo pintado sobre sus pantalones de mezclilla y empezamos a platicar; sus ojos brillan por debajo de su sombrero de vaquero, mientras me cuenta cómo fue que ella y Aarón, junto con sus niños, se involucraron en la equinoterapia hace unos 8 años. Sus palabras llenan el aire y parece que Claudia no para a respirar, conmovida por la emoción de las memorias:
RockyPoint360: ¿Cómo fue que empezaron a interesarse en el equino terapia?
Claudia: Realmente, Aarón y yo somos de caballos. Mi papá es arrendador de caballos y yo monto desde que era bebé. Mi papá es el que hace que se marcha, se baila, se hincan, etc. Entonces tenemos un gusto y una pasión por los caballos. Mi hermana que ahora estaba aquí, ella también tiene una escuelita en Hermosillo. De hecho todos mis hermanos, que somos nueve, todos tenemos caballos. Por otra parte, Aarón y su familia siempre han tenido rancho aquí en Puerto Peñasco. El rancho enseguida fue rancho de ellos desde que era niño, y su papá es de campo, tiene 75 años y anda arriba del tractor. Es una pasión por el caballo más que otra cosa, y nuestros hijos montan caballo también desde que eran chicos.
Iniciamos las clases porque queríamos que nuestros hijos aprendieran a andar a caballo. Yo llegué aquí a Puerto Peñasco hace unos 17 años, se me hacía muy triste que la vida fuera sin caballos porque siempre tenía caballos, entonces conseguimos a nuestro primer caballo hace 15 años – esta (haciendo señas hacia la arena), Bingo. Es un caballo estrella, marcha, manda besos, hinca, baila, y además es especial para los niños.
Entonces, surgió así en base a nuestro amor por los caballos y de enseñar a nuestros hijos a montar, llega una amiga de nosotros con un niño con necesidades especiales se nos acercó. Ya sabía de equino terapia porque en La Montaña tenemos una amiga que realizo un curso hace un tiempo. Ella sabía que yo hacía cursos de cabalgata y me empezó a decir, “tienes que ir al curso conmigo.” Me regaló un libro que leí, y como teníamos un amigo con un hijo de necesidades especiales, decidimos empezar a darle sesiones de terapia con él. Fue empíricamente, debido a que solamente había leído el libro, y solamente era para ayudar. Esto fue hace unos 8 o 10 años. Entonces, otros dos niños que él conocía empezaron con nosotros; lo estábamos haciendo aunque éramos conscientes que no estábamos capacitados en este momento, y nunca cobrábamos, nunca, nunca; pero así fue como empezábamos.
Hace tres años nos cambiamos aquí desde Lomas Campestres y… es curioso la vida, me invitaron a un evento en el malecón donde iban a entregar varias aportaciones a niños con necesidades especiales, incluyendo una camioneta para transporte a niños con necesidades especiales. Llegue tardecita y no había donde sentarme entonces me quede parada entre los niños con necesidades especiales. Fue curioso porque mis amigas estaban al otro lado, y allí estaba yo, entre los niños especiales y me di cuenta que estaba allí por algo. Conocí a una mujer (Maggie), madre de Alejandra – una niña muy especial con muchas necesidades; la conocí como “obra de Dios” si lo quieres decir así. Después de hablar con ella hace dos años y medio, empezó a venir y entonces Miranda (otra niña que se acaba de ir) empezó – nuevamente fue nada más entre amigas y trabajamos con ellas durante aproximadamente un año.
Hemos estado trabajando formalmente como un grupo desde apenas este año, o sea es cuando empezamos a buscar patrocinadores, etc. La razón es porque empezamos a utilizar más caballos; al principio tuvimos a dos niños utilizando al mismo caballo, y tuvimos una escuela de montaje (Club Equestre Corceles del Desierto, A.C.). Posterior a capacitarnos decidimos hacer esto.
El equinoterapia se ocupa mínimo cuatro personas para que un niño vaya seguro. Uno es el cabrestreador, que es la persona que guía el caballo y nada más se encarga del caballo; otro es el terapista que normalmente va arriba con el niño; para los niños con casos severos tiene que haber una persona arriba; tienen que ir otras dos personas que van como refuerzo a los lados, que van a cada lado del niño, en las rodillas, en caso de cualquier eventualidad. Los caballos son mansos, y todos son adecuados para esto, pero son animales, entonces uno tiene que estar consciente de que en caso de una eventualidad se deben de trabajar todos en equipo.
Aarón y yo, y las chamacas, fuimos a Querétaro a recibir capacitación, nosotros si estamos certificados; y posteriormente también en Guadalajara. Nosotros capacitamos a los voluntarios aquí; es un acuerdo que se hace de equipo – “tu vienes aquí para la seguridad del niño” – la persona que va al lado derecho siempre debería mandar el niño el lado izquierda, el terapista va abajo (cuando no va arriba con el niño) al lado izquierdo del niño, por el lado que se monta. Se ocupa mucha ayuda porque el trabajo, en serio se cansa; ellas (Cela e Hilda) normalmente me ayudan, y toda la familia, pero mis hijos a veces se cansan, pero ahora que reciben un punto extra de la escuela han invitado a sus amigos.
Evento de Equino Terapia – 13 de noviembre
RockyPoint360: ¿Cuál es el plan para el 13 de noviembre?
Claudia: Es un evento aquí, en el rancho. Iniciamos con la terapia a las 5 de la tarde, y es aproximadamente una hora y media, y a las 6 p.m. iniciamos con los premios de rifa. En primer lugar es una estancia familiar para 6 personas en un condo enfrente de la playa, patrocinado por Betty y RPR, y además habrá vales de gasolina, certificados para comidas y cenas, y desayunos, y otros regalos que van a estar dentro de los premios de la rifa. Por supuesto habrá la terapia, más invitamos a todos que compren un boleto a acompañarnos y venir al rancho. Además, varias madres de los niños prepararán comida mexicana, la cual será gratis para todos aquellos que compran boletos de rifa y vengan a ayudar con el programa de equino terapia. Los boletos tendrán un costo de 100 pesos, y 100% será para estos niños – no será para los gastos.
RockyPoint360: ¿Cómo conseguirán los premios de rifa?
Betty Majors: Hemos aportado una estancia en un condominio, y ya he hablado con varias personas. Nos gustaría invitar a los restaurantes a aportar certificados por una cantidad para que puede ir toda la familia, no solo para dos personas, porque es un asunto familiar. Tendremos otros premios; habrá certificados y tarjetas para regalos. Aún no sabemos cuántos regalos habrá, pero habrá varios. No tienes que estar presente para ganar, pero se les invitan a todos venir. Creo que si viene la gente y vean, realmente entenderán (el programa).
Claudia: No es algo muy grande, más bien estamos pensando en algo como de agradecimiento a la gente que está apoyando al equino terapia. Sin embargo, tenemos equipo para apoyar con el sonido y darle ambiente al evento, ¡más la comida!
¿Qué?: Recaudación para equino terapia
¿Cuándo?: 13 de noviembre 5 p.m.
¿Dónde?: Rancho de los Pérez (por la salida a Agua Zarca a unos 5 km al este)
Boletos: 100 pesos (Pronto estarán disponibles)
Para patrocinar a un niño en el programa de equino terapia de Aarón y Claudia, favor de contactarnos en info@rockypoint360.com para mayores informes. Patrocinio 2000 pesos mensuales (aproximadamente $160 US), recibos disponibles por medio del Ayuntamiento.