Josúe Barrera: Cultural journalism in the hands of individuals devoured in the digital age
Over the weekend of Aug. 18th – 19th, Cine Club Primera Toma, A.C. organized a course entitled “Cultural Journalism and the use of New Technologies”, led by Josúe Barrera. Barrera, who is originally from Hermosillo, just this year returned to Sonora following time in Barcelona. Holding a degree in psychology from the University of Sonora, and a Masters in Social Science from El Colegio de Sonora, Barrera was director of the literary magazine “La línea del cosmonauta” from 2005 – 2009, and his essays have appeared in various publications. Three and a half years ago, he and fellow writer Astrid Montaño began the site: La Casa de Viena, which has received support from the Municipal Cultural Development Program of Sonora 2011 – 2012. Josúe has been teaching at the university level since 2007 and has had four of his books published.
The goal of the two-day 10 hour course was for participants to learn more about the historical development of cultural journalism in Mexico (stimulated primarily by intellectuals), and to explore new technological trends and digital tools.
RockyPoint 360’s MoKa Hammeken sat down with Josúe at the end of the two-day session to learn more about his extensive background as well as what brought him to Peñasco.
Josúe explained, “Truthfully, when I returned [from Barcelona] I contacted Nina and Socorro [of the Cine Club Primera Toma] because recently you can see Puerto Peñasco has a strong presence on social networks, as well as a cultural boom. I wanted to see why this was happening. Obviously, on the internet and on social networks Peñasco is beginning to have a tremendous presence…plus, I hadn’t been here before.”
“What is your image of Peñasco now?” MoKa followed up.
“What I was able to see is there are already groups formed and there is a well-equipped network of writers. They are people who know each other, get along, share information; and that’s how the community grows,” Barrera reflected. “For example, there are other places with small groups that can be slightly selfish, and where information is segmented and doesn’t flow. But that’s not the case in Peñasco. Here everyone shares and participates in strengthening the overall culture. I take away a very pleasant image from this port.”
Josué Barrera. El periodismo cultural en manos de simbióticos devoradores del mundo digital
Por MoKa Hammeken
El Cineclub se adelantó por un poco en la locura y la moda del regreso a clases, y mando a los adultos de regreso a los cursos el fin de semana del 18 y 19 de agosto, que se impartió el curso de Periodismo Cultural y el uso de las nuevas tecnologías impartido por el M.C Josué Barrera, que recién regreso de Barcelona y es originario de Hermosillo.
El objetivo de este curso era que, al término de éste, pudiéramos conocer el desarrollo histórico del periodismo cultural en México (impulsado más que nada por puros intelectuales) y que aprendiéramos a usar a nuestro favor todas las tendencias tecnológicas y las herramientas digitales que actualmente están a nuestro alcance, para así conocer al lector y hacer que la experiencia de la información cultural sea mucho más amena, multimedia, ad hoc a la actualidad y al alcance de todos, algo democráticamente sorprendente.
El curso cubrió de 10 horas en total y asistimos (obvio Rocky Point 360 no se lo iba a perder) varios medios locales, así como amigos, curiosos y estudiantes. Donde Josué nos estuvo recalcando la importancia de aprovechar los beneficios de la internet como impulsor de proyectos e ideas, cómo también el mantenernos activos en las redes sociales ya que el consumidor de cultura multimedia es un devorador de información pero también un juez algo duro, pues si algo no le gusta o no le cuadra, simplemente lo descarta y sigue con otra cosa. Y claro que hay producto para todo tipo de mercado.
El último día, nos saturamos de páginas, ejemplos y de ideas que tenía yo que estar anotando a velocidad luz por temor a que se me olvidaran, entonces se me antojó que el mismo Josué era él mismo un ávido usuario de tecnología y de toda esa información que viajaba en la red, aplicaciones y páginas. Mira que para dar un curso así se requiere de estar completamente empapado de todo esto.
Me enteré, entonces, que este curso, fue su primero; que Puerto Peñasco fue su conejillo de indias y quise platicar con él cuando acabara todo para saber sus impresiones.
Poco a poco la gente salía de la sala audiovisual de la Biblioteca Municipal con sus constancias (y un pedazo de pastel de zanahoria por demás exquisito que había llevado Jorge Bonillas) y yo me acerqué a él, con unas breves preguntas que me fueron surgiendo.
Ya tenía su semblanza, gracias a que Nina la compartió cuando estuvo promocionando el curso, entonces lo básico ya estaba cubierto y comencé con la típica de “¿Cómo te involucraste y por qué el interés en el periodismo cultural?”
– En mi caso empecé como en el 2004, con una revista con un amigo en la universidad, y empezamos desde cero; no teníamos ni idea de cómo hacer nada de lo referente a una revista; nada de edición, de contenidos, de compaginados… Pero conforme a la marcha (cómo todo) fuimos aprendiendo y con esa experiencia me di cuenta sobre ese tipo de periodismo en México, pero sobretodo en Sonora.
Hay muchas revistas culturales que nacen pero que duran muy poco, hay mucha información, muchas cosas de las que se pueden hablar pero muy pocas son las que se publican. Poco a poco me fui metiendo en esta idea del periodismo cultural, por el mismo hueco que vi en Sonora. Aquí hay mucha gente que tiene mucho por contar, por decir por explorar, por difundir.
¿Cuando te diste cuenta que lo que hacías era periodismo cultural? ¿Fue en ese momento o ya después?
– Cuando me cayó el veinte de que llamaba Periodismo cultural fue ya después cuando estábamos armando lo de la Casa de Viena, porque en la Casa de Viena empezamos, mi compañera Astrid Montaño y yo, compartiendo notas, después nos dimos cuenta que lo importante era generar contenido original y cuando empezamos con eso, fue cuando nos volteamos y nos dijimos “oye, pues esto es periodismo cultural”, estamos entrevistando artistas, estamos enlazando y compartiendo con las redes. Estábamos haciéndolo sin saber.
Y ahí es donde caí en cuenta, que en retrospectiva con la revista, o con el proyecto faz (que no es en sí periodismo cultural, es más bien un archivo, es un blog de información meramente) que justo eso es lo que he estado haciendo de manera inconsciente durante todo este tiempo. De eso habrá sido hace año y medio o dos años más o menos.
En ese momento estaban recogiendo los manteles y las sillas para dejar limpia la sala Audiovisual, y nos estábamos distrayendo con todo lo que pasaba al rededor. Unos en el fondo del salón compartiendo el último chisme, sirviéndose café y haciendo planes para pasar la tarde.
¿Eso fue justo cuando empezó La Casa de Viena?- continué
– No, tiene un poco más. La Casa de Viena lleva tres años y medio, y empezó como un blog y después tuvimos una cuenta en facebook, después la convertimos en página, luego la cuenta en twitter, la cuenta en instagram. La página no siempre está activa, es como núcleo se actualiza cada semana cada quince días (si no hay gran cosa), pero en las redes sociales tratamos estamos en movimiento constante; No queremos que todo el peso se quede en la página o en facebook, entonces ramificamos subiendo información, compartiendo, retwiteando, recomendando otras páginas y otros escritos. Creamos concursos o trivias, hacemos campañas y una serie de actividades que se prestan para el uso de las nuevas tecnologías. Cada medio tiene una función y un público; por ejemplo, el twitter por ejemplo es para un público más inmediato que quiere saber ese día que es lo que pasa.
En la página lo que queda son las entrevistas, los textos originales, que requieren de un poco más de tiempo para ser leídos y digeridos, o algo más disfrutable. También se quedan ahí para futuras referencias. Lo bueno de la red es que no tiene tiempo, si uno busca la información, ésta sigue ahí.
En este punto las personas iban y venían. Había hecho buenas “migas” por la noche anterior que se fueron de fiesta por algunos antros de Peñasco y todos se acercaban a Josué para despedirse e invitarlo para que en un futuro se quede una temporada más larga. Tal vez un fin de semana completo sin que tuviera que levantarse temprano un domingo para dar un curso.
– Entonces, tu estudiaste todo esto por tu cuenta- dije retomando la conversación- Un autodidacta que pone en práctica sus teorías y dices, esta es la tendencia allá o acá y esto me funciona aquí. En otras palabras estás todo el día comiendo internet.
Ríe – Es que yo empecé primero con un blog en el 2002 o 2003, de blogger, de las primeras plataformas que salieron, y me gustó. Me gustó mucho eso de escribir algo y publicarlo inmediatamente. Al poco tiempo, estaba tan emocionado que sin querer ya estaba diseñando y aprendiendo a trabajar en html, yo sin saber que eran los códigos experimentaba. Me agradaba todo eso. Ponía y quitaba, cambiaba la página, le cambiaba los logos y ya después cuando empieza facebook, ya con la anterior experiencia del blog, el acercamiento fue mucho más amigable e intuitivo. Y así en todo lo demás.
En pocas palabras, creo que si he sido autodidacta pero siempre por interés y curiosidad en la tecnología, por que siempre ha estado ahí presente en mis proyectos, siendo Casa de Viena la gran beneficiada.
Cierto, durante el curso, la página “La Casa de Viena.com” siempre había estado presente jugando un papel muy importante en la instrucción, ya fuera como ejemplo, como inspiración o como recordatorio del currículum y bagaje de nuestro instructor. Los invito a que la visiten, en realidad es muy interesante.
¿Por qué Casa de Viena?
Bueno Viena era la capital cultural al principio del siglo XX. Ahí se reunían los artistas, músicos y grandes figuras del pensamiento como Freud… muy parecido a lo que después fue París en su momento fue Viena. Y lo de casa es porque es un refugio un lugar tranquilo.
Adiós mesas, adiós sillas y todo se guardan en pequeñas maletas. Socorro está bañado en sudor, los niños corren, Nina ríe y hay alguien en la puerta esperando a Josué para ir a comer. Entonces recordé que era la primera vez que impartía esta clase
¿Cómo es que salió la idea de este curso?
– Fue en Barcelona, cuando asistía a un curso. No trataba específicamente sobre esto, sino más bien de arquitectura de las páginas web, no fue tanto redes sociales, si no que ahí me di cuenta de que había muchas páginas, muchos proyectos que yo no conocía que usaban las redes sociales como complemento. Empecé a pensar y vi que aquí en Sonora no se usa mucho eso, es una herramienta muy desaprovechada y con la experiencia que he tenido en La Casa de Viena, me di cuenta que podíamos hacer un curso sobre estas herramientas que a nuestro alcance y que pasamos por alto, porque no las conocemos o no les damos la importancia social que tienen. Entonces estuve armándolo y cuando regresé de Barcelona (este año) quise ponerlo en práctica.
¿Y por qué Peñasco? ¿Te invitaron o tú te invitaste?
La verdad es que, cuando regresé yo me puse en contacto con Nina y Socorro, porque últimamente se está viendo que tiene mucha presencia Puerto Peñasco en las redes y tiene un boom cultural, y yo quería ver a que se debía todo eso. Obvio que en internet y las redes sociales Peñasco está empezando a tener mucha presencia. Aparte también de que no conocía.
¿Cual es la imagen que ahora tienes de Peñasco?
Lo que yo alcancé a ver es que ya hay grupos formados y que hay una red muy bien armada de informantes. Son personas que se conocen, conviven, que comparten la información; y así es como crece la comunidad.
Por ejemplo hay otros lugares donde se hacen grupitos que son un poco egoístas y la información se segmenta, no fluye, pero en Peñasco no. Aquí todos comparten y participan fortaleciendo la cultura. Es una imagen muy grata la que me llevo de este puerto.
Se quedó pensativo y continuó
Aparte de que es algo muy estimulante. Imagina que cinco de los compañeros tuyos, que también vinieron al curso, van a ver esta entrevista. Eso hace que tu te esfuerces más por hacer un buen trabajo. Eso es un compañerismo sano.
No pude más que asentir. Tenía razón y ahora sentía una presión en los hombros que no había sentido antes.
No es un rollo egocéntrico – continúo- por que al final de cuentas hay publico para todo y al final de cuentas la que se ve beneficiada es la información, Peñasco. Es algo muy bueno y que no se ve en otras ciudades.
La sala audiovisual estaba completamente despejada, y ya nuestras voces hacían un poco de eco. Ya se empezaba a sentir la presión del hambre y del salón vacío en domingo. Aún faltaba por recoger pero era muy poco.
Tengo curiosidad ¿cómo sería un día normal tuyo? Pues le tengo en mi mente como alguien completamente sumergido, buceando en el mar de la tecnología.
Me dirige una mirada interrogante y se ríe.
– Me ha pasado que luego estoy agotado de estar frente a la computadora pero es un mundo fascinante. Yo doy clases de manera virtual y al terminar mi trabajo, estoy escribiendo, checado las redes, actualizando estados, compartiendo, por que todo eso se me facilita mucho, y más ahora que me compré un Ipad, las cosas se mueven a una velocidad increíble; cambias de cuentas de un segundo a otro, compartes te mueves y vas empujando la información en diferentes áreas a diferentes usuarios.
Ya en la tarde le bajo un poco al ritmo, busco mi espacio, aunque no me desconecto del todo. Me aparto para leer, pues como soy escritor, ocupo leer y de vez en vez me asomo a ver que hay de nuevo o interesante.
Me pareció que todo esto, si bien no satisfacía por completo mi curiosidad, me era suficiente. Ya era hora de irnos ahora si. Josué tenía una invitación para comer y el boleto de su camión de regreso a Hermosillo indicaba que cada vez le quedaba menos tiempo.
En lo que me despedía y le daba las gracias por su curso e interés en el puerto, hice mis últimas preguntas.
Tu estudiaste Psicología y tienes una Maestría en Ciencias Sociales, en otras palabras eres tú también un ejemplo de lo que hablaste en curso, sobre que los periodistas culturales lo son por accidente y no por profesión (“Los oficios de la cultura: Periodista Cultural: Blanca Berástegui)
– Exacto, pero por gusto, mas que nada – recalca- Uno no siempre (es muy raro) lo empiece a hacer de manera consciente Aún con todo eso yo siempre he escrito y por ende he estado muy ligado a la literatura, por eso todos mis proyectos giran en torno a ese género; Casa de Viena son varias disciplinas pero la parte de literatura es muy importante, al fin y al cabo mucho es escrito.
¿Escribes, tienes libros publicados de tu autoría aparte de esta compilación? (Un libro de compilación de cuentos de diversos autores sonorenses “Naves que se conducen Solas: Narrativa en Sonora que después en una alocada rifa cayó en mis manos)
– Si, escribo, narrativa. Tengo tres libros, uno de cuentos breves y los otros de relatos más extensos. Tal vez en otra ocasión venga a presentarlos.
En otra ocasión será, porque ya caminaba apurado por el estacionamiento con sus mochilas, rumbo al carro que le daría aventón.
*Semblanza
Josué Barrera es licenciado en Psicología por la Universidad de Sonora y Maestro en Ciencias Sociales por El Colegio de Sonora, en la línea de investigación de Estudios históricos de región y frontera. Realizó la tesis de Maestría Arte y cultura en la era de Abelardo: políticas culturales en Sonora de 1943 a 1948.
Director de la revista de literatura La línea del cosmonauta de Septiembre 2005 a Septiembre 2009 donde se publicaron once números obteniendo tres becas: por parte del municipio (IMCA 2007-2008), del estado (ISC 2006-2007) y nacional (CONACULTA 2008-2009). La revista se presentó en Tijuana, Monterrey, España y en la Feria del Libro de Palacio de Minería en el Distrito Federal en 2007 y 2009.
Fundador y Coordinador del portal cultural La casa de Viena, el cual ha recibido el apoyo del Programa de Desarrollo Cultural Municipal de Sonora 2011-2012. Sitio web: www.lacasadeviena.com
Ha sido docente universitario desde 2007 hasta la actualidad.
Tiene publicado cuatro libros: La brevedad constante (Universidad Autónoma de Coahuila, 2011), Naves que se conducen solas: narrativa en Sonora (Fondo Regional para la Cultura y las Artes, 2011), Pasajeros (Editorial Jus, 2010) y Conducta amorosa (Instituto Sonorense de Cultura, 2007). Ha publicado ensayos, artículos y entrevistas en diversas publicaciones como Tierra Adentro, Milenio, Metapolítica, Casa del tiempo, El Imparcial, Expreso, Revista de la Universidad de Sonora, Revista de la Universidad de Ciudad Juárez, entre otros.
Ha participado en cursos y talleres como “Diseño de aplicaciones multimedia: soluciones web” por la Escuela Universitaria de Informática Tomás Cerda y Universidad Autónoma de Barcelona en 2013, “Los jóvenes como agentes de cambio y transformación social” por Conaculta en 2010, “Claves del periodismo cultural. Instrucciones para cultivarlo y desafiar” impartido por Arturo Mendoza Mociño en 2009, “Sistemas de Información Cultural, construcción de indicadores, diseño y evaluación de políticas culturales” por ISC y Conaculta en 2008, “Gestión Cultural Comunitaria” por Colegio Mexicano de Gestores Culturales en 2007, “México Contemporáneo 2008” por El Colegio de México y “Taller de periodismo cultural” por Arturo García Hernández en 2006.