Por Wendy Fregozo
Conocí a Jesu, (ella es Jesús Ivonne) de cariño le decimos Jesu, como alumna en un curso de velas. Cuando la conocí me daba miedo porque era muy curiosa, todo quería saber y me preocupaba no tener respuesta para todo. Fue por ella que conocí a Gabriel Mungarro, de quien hable anteriormente en el artículo de Conociendo al Artesano.
Cuando le hice la entrevista a Gabriel pensaba entrevistarlos juntos, pero no. Cada uno a pesar de que son esposos, tiene sus propias cualidades artísticas. Cada uno merece su propio espacio.
Sentadas en medio de su cocina, y en medio de la mesa una caja llena de infinidad de caracoles, conchas, tesoros del mar, y mientras escojo cuáles mirar comenzamos la plática.
– ¿Cómo empezaste a trabajar en tus figuras?
– Cuando me casé, aprendí con mi esposo, porque no me gusta estar sin hacer nada. De niña no hacia figuras; no me gustaba, para nada, de hecho me ponía mi mama a lavar conchas y le rezongaba. Lavarlos lleva todo un proceso, primero se cortan, se separan, se meten en agua con jabón para que se remoje la comida y poderlos limpiar.
Para clasificarlos es otro paso, todas las conchas tienen dos lados, lado derecho y lado izquierdo, la mayoría es almeja si te fijas aquí se nota, y me muestra una (la cual yo sinceramente veo iguales). Mira, esta se llama papa, la uso para hacer flores, quedan muy bonitas. Toma otra concha y me dice: Mira esta por ejemplo, la parte grande no la usamos, porque esta viene llena de grumos.
– ¿Tú tienes tus diseños propios? Si.
– ¿Que figuras te gusta hacer más? Las figuritas miniaturas.
– ¿Cómo cuantas haces en el día? 100 me dice, quitada de la pena. Se pueden hacer más, pero yo nomas hago cien.
– ¿Y dónde vendes tus cosas?
– En el camino a la choya y en el malecón. Ya tengo yo mis clientes, ya nada más hago entregas.
Actualmente Jesu trabaja como mayorista, aunque quisiera vender directamente al público.
– Haces figuras sobre pedidos?
– Sí. (se sigue escuchando el bello sonido de las conchas, era una caja con surtido mixto). La temporada más alta es en Semana Santa, es cuando hay más turismo.
– ¿Qué tipo de conchas usas más? Todas. La interrumpo: por lo menos yo a todo le llamo conchas y caracoles.
– ¡¡Noo¡¡, todo tiene nombre, mira esta se llama pinta, esta se llama lapa, hay cuquina, hay stripper, hay dove; mira este es botón, hay botón natural y hay botón cromado. Este es el dove.
– ¿Quién le puso los nombres a todo esto?
– No lo sé, por tradición siempre hemos sabido los nombres. Yo batalle para aprenderlos todos. Por ejemplo mi marido me decía ‘pásame la cuquina,’ y yo le decía ¿cuál es? La cuquina es una concha moradita que viene siendo como esta, – mientras revuelve la caja de cartón.
– Este es choro, pero este choro no es de aquí. Si te fijas hay muchos que no son de aquí. Esta se llama rosa cop; esa es la punta de un caracol que se llama caramelo. Estos que parecen que ya vienen pintados? Así vienen, no es muy escaso, pero es muy carísimo, ese casi nadie lo trabaja por caro. Este es el stripper.
– ¿¡Y que tiene de stripper¡?
– Ah no sé, me dice riendo.
Yo intentando parecer experta en el tema le contesto yo sé que tiene de stripper, que? Esto, las rayas, stripe, striped viene de rayado, por eso es striped, con el tiempo se distorsiona el nombre porque es striped, y stripper es el que baila. Nos reímos, – ya nos enseñó Wendy, dice Jesu, riéndose.
– Estos son olivos, esta es una punta de un erizo…
– Sabes, (la interrumpo) una vez me regalaron un bote con caracoles y venia eso y yo pensé ingenuamente que habían echado un pedazo de peine, no, son erizos. Y estos yo los conozco desde chiquita, le comento. ¿Cómo se llaman?
– Botones, Son como bolitas grises, de niña en mi escuela recuerdo el patio lleno de caracolitos de ese tipo. Es originario de aquí de peñasco Este es porcelana. La pinta, los olivos, las papas. Esta concha es de almeja, con esa hago las flores. (yo siempre las tiraba a la basura¡¡¡).
– ¿Y si uno quiere aprender a hacer flores tu das clases o eres celosa de tu trabajo?
Si doy clases, me dice muy segura. – Si alguien quiere yo les enseño. Dios nos da para todos.
– Las estrellas de mar las manejo muy poco, para decorar y para hacer figuritas. Es más cara, es material que no costea usar, no te lo pagan aquí. Eso es solo para hacer trabajos que vas a vender tu directamente. La estrella de mar es de Rosarito, de Ensenada.
Me muestra un caracol – si te fijas éste está viejo ya –
– ¿y cómo sabes?
– Por los colores, cuando está nuevo trae los colores, por eso se llama caramelo. Parece que los pintó Dios con la mano, me dice, observándolo.
Se le nota bien definidas las rayas en azul negro amarillo y rojo.
– ¿Quiere decir que la edad la va marcando el color?
– Sí. Con el tiempo aprendes a conocer todas las conchas. Hay unas conchas que a mí se me hacen hermosas pero mi marido dice que están muy feas.
– ¿Cómo cuál?
– Como éstas, mi marido nomás las usa para los monos y a mí me gustan como para flores. Nunca la usa porque dice que es muy corriente, pero esta bonita le digo, porque es de aquí pues.
– ¿Has pensando buscar mercado en otras ciudades?
– ¿Salir fuera de aquí? Pues de hecho hay veces que vamos a vender a Hermosillo, he ido a Cananea a vender.
– La concha nunca te enfada, (me dice Jesu mientras continúa clasificando sus conchas) cuando no le hayas una forma le hayas otra.
– ¿Por qué hay más figuras de animales, porque es tradición de Peñasco o por qué?
– Es lo que más se acostumbra, pero si hacemos gran variedad, borrachos, pescadores, músicos, sirenas, infinidad de diseños y también espejos, servilleteros, cortina lo que pidas. Hago lazos de novias, los ramos, decoro las copas todo lo que es para una fiesta. Todo con motivos de conchas marinas.
– Recuerdo un comentario de alguien que decía que quizá no estaba bien usar los caracoles porque pueda afectar la ecología, (ahí viven algunos animales).
– Es puro caracol muerto, me responde muy segura. Ya cuando sale del mar es puro desecho, no afecta en nada a la naturaleza. Todo esto que vamos y recogemos ya es puro desecho, sin vida, es basura del mar. Es como un tipo de reciclaje entonces, sí, de hecho hay mucha concha que nosotros vamos al basurón y juntamos. Las plantas procesadoras van y las tiran allá y nosotros vamos y las rejuntamos y le aplicamos el proceso de limpieza a los caracoles y ya los podemos trabajar, siempre esta hasta la madre de moscas.
– ¿Y cuando vas al basurón te proteges?
Sí, usamos cubre bocas.
– ¡Entonces de verdad te gusta tu trabajo!
– Sí, me lo reitera. La gente cree que esto es muy sencillo que nomás es ir a la playa juntar conchas y pegarlas, pero no, todo lleva un proceso.
Podría estar todo un día platicando con ella. Se me vienen infinidad de preguntas, es un tema bastante interesante y platicar con Jesu siempre es un placer. Es una persona tan activa, ansiosa por aprender siempre y te hace reír tanto con sus ocurrencias, simplemente se da a querer. Ella me ha enseñado en lo personal, que no debemos de trabajar por temporadas, todo el año hay que trabajar sea temporada o no. Ella es un estuche de monerías, aparte de ser artesana, hace pasteles rellenos de nieve, pinta en tela, es ama de casa y nunca se queda con dudas, siempre lista para aprender.
Jesus Ivonne De la Torre Aldaco
Teléfono de casa 3881074.
Celular. 6381071426