By Shandra Keesecker-Rivero
A painter, a poet, railroad workers, and artists from Mexico’s silver screen,
Peñasco’s first Mayor, a welder, a revolutionary, and a musician, all waiting to be seen
at altars boasting pictures, salt, flowers, ash, and candles
water, food, cerveza, tequila, pan de muerto on the mantle.
Palm fronds in an arch, coins, and a black dog to guide the way
sugar skulls, mirror, books, art, music, and paper maché.
A procession ensued, leading us all to the sea,
Catrinas, bailarinas, music, and the memory
of loved ones passed on, with us just for the night,
as lights floated on the water it was quite a sight.
Back at the altar the judges came by,
the essence of candle wax hung in the sky.
Dances, Calaveras, and spirits aglow
all in attendance enjoyed the show.
Each altar unique and with a story to tell
In the end, honors went to the altar of poet Abigael
La calaca came over and perched atop the casa,
with a bird’s eye view she asked Chago*, hey amigo, qué pasa?
Chago responded, with a gleam in his eye,
It’s our Fiesta de Muertos, thanks for stopping by.
*Jesus Romero Chagoyan, “Chago,” is the Director of Civic and Cultural Affairs and organizer of the recent Dia de los Muertos Fiesta.
Calavera a la Fiesta del Día de Muertos
Por Shandra Keesecker-Rivero
Una pintora, un poeta, ferrocarrileros y artistas de la época de oro de cine Mexicano
Al lado del primer presidente municipal, el Chispazo, un revolucionario y un músico hawaiano,
en altares decorados con fotos, sal, flores, cenizas y velas
agua, comida, tequila, pan de muerto y chelas.
Hojas de palmera en forma de arco,
monedas, un espejo, y un perro negro para guiar el barco.
Calaveras, libros, arte, música y artículos de amor
un ferrocarrilero y su mujer, y todo su fervor.
Seguimos la procesión, que nos llevó al mar,
Catrinas, bailarinas, y música para caminar.
Los recuerdos de los fallecidos, acompañándonos en este momento
Las luces en el agua fue una visión, para que les comento?
Regresando a los altares los jueces por todos lados pasaban,
los perfumes de la cera a todos nos agarraban.
Danzas, calaveras, y los espíritus en el aire,
todos que asistieron disfrutaron del baile.
Cada altar único que contaba una historia,
el del poeta Abigael se llevó la gloria.
La calaca nos veía, sentada en la casa,
con una vista de todo le preguntó a Chago, ¿qué pasa?
Chago le respondió, aunque no evitaba sonreir,
Es nuestra Fiesta del Día de Muertos, gracias por venir.