Por José Antonio Pérez
Un fuerte aumento en la cantidad de “eventos de enmalle” de lobos marinos, que quedan atrapados en las redes pesqueras de nylon y otros desechos, se han detectado en los monitoreos que se realizan en el área de la Isla San Jorge.
A través de un comunicado el Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos (CEDO), sin mencionar un número de casos, notificó que por razones éticas y con fines de conservación, se está trabajando para reducir los eventos de enmalle.
Detalló que, como parte de ello, se está retirando equipo de pesca abandonado, se está elevando la sensibilización de los pescadores y se les está capacitando para desenredar animales individuales, utilizando protocolos de vanguardia desarrollados por expertos binacionales.
Anunció que en noviembre, se realizará un taller especial en CEDO con el objetivo de establecer el primer grupo de trabajo permanente de desenmalle de lobos marinos en México.
Recordó que, con la ayuda de pescadores locales, CEDO ha estado monitoreando, durante muchos años la población de lobos marinos de California en el Área Protegida de Isla San Jorge, la cual queda frente a la costa de Puerto Peñasco.
Estos monitores locales, expuso, han sido capacitados para registrar información clave que puede ayudar a conservar esta especie protegida internacionalmente, que todavía se considera en recuperación en toda su área de distribución.
Ratificó que las observaciones realizadas por los monitores de la comunidad local han revelado un fuerte aumento en la cantidad de “eventos de enmalle,” y aunque generalmente son lo suficientemente fuertes para liberarse, los animales a menudo terminan con redes que les cortan la carne alrededor de su cuello o aletas, causando mucho sufrimiento y, finalmente, una muerte prematura.
Los lobos marinos son un depredador “clave”, que mantiene la integridad de todo el ecosistema desde la parte superior de la red alimentaria marina, puntualizó.