Siempre tuve fe en la historia , aunque nunca imagine estar en la alfombra roja
Por Guillermo Munro Palacio
Fotos: Familia Munro
Morelia es una ciudad histórica y hermosa. Cada edificio tiene una historia interesante. Aquí es la cuna de la independencia. El centro histórico se encuentra lleno de personas y eventos interesantes.
Estábamos ahí para la función estreno de la película Sonora, anteriormente La ruta de los caídos y también El Camino del Diablo, una producción de Tequila Gang, Bertha Navarro, Alejandro Springall, Machete producciones, Edher Campos, Luis Salinas, Carla Farell y Sandro Halphen. Ninguno de los actores había visto la película completa, solo el director Alejandro Springall, la productora Bertha Navarro, la editora Valentina Leduc y el compositor musical Jacobo Lieberman habían tenido ese placer. Nos habíamos reunido en uno de los hoteles cercanos al cine. Todo alrededor del centro Histórico y a una distancia de 2 a 4 cuadras, así que juntos caminamos hasta donde sería la Alfombra Roja. Todos eran veteranos de esa experiencia, menos yo. La emoción era intensa. Para Katy, mi esposa, mis hijas Alexandra y Eunice, mi hijo Héctor, mi nieta Maiia y para mí, el nerviosismo era doble. Era la primera salida lejos de la frontera y sabíamos que mis aparatos médicos eran totalmente desconocidos en México. Era un riesgo de vida o muerte. Entramos al pasillo de la Alfombra Roja donde las cámaras de Televisión y foto fijas y celulares captaban la imagen. Ahí nos recibieron Daniela Michel, fundadora del festival y actual directora y Cuauhtémoc Cárdenas Batel, sub director.
¿Cómo se inició esta historia? Fue en 1976 cuando vivía en Los Ángeles. En un viaje a Sonora compre en Sonoyta el libro de Valdemar Matrecitos Por la ruta del desierto, que me inspiró a escribir una sinopsis. 16 años después, en 1992, escribí un libro que registré como: El camino del Diablo y 12 cuentos de descanso. No se basó para nada en el de Matrecitos, que solo me inspiró a escribir mi guion.
Escogí el año de1931 porque había varios sucesos en Sonora y mi idea era que en el relato se tocaran algunos de esos temas. En 1994 escribí en inglés el guion cinematográfico El Camino del diablo y una sinopsis que envié a varios productores de Los Ángeles. En 1996 escribí en español la novela del mismo nombre que se vendió rápidamente. En 1997 reescribí el guion Areneño basado en el mismo de 1994. En 2001 registré otra adaptación con el título Camino del Diablo en español y otra versión en inglés con el mismo nombre. En 2005 registré Camino del diablo, a Journey of hope, en inglés, con algunos cambios. Luego, en 2009, otro guion en ingles: Journey of Hope, Across the Sand Dunes and Lava Fields. En 2012 la versión definitiva con más cambios: La ruta de los Caídos y enseguida, la novela del mismo nombre.
En todos esos años (24 años) envié sinopsis y tarjetas a productores y agentes tanto en Estados Unidos como en México con ayuda de mis hijos. Unos diseñando tarjetas y otras enviando la sinopsis y las tarjetas. En una ocasión, en el año 2013, vi en Facebook un escrito de la actriz Giovanna Zacarías, a quien admiré su actuación en La película Las vueltas del Citrillo de Felipe Cazals. Le envié un mensaje diciéndole que había escrito un guion donde el papel principal era mujer y la responsable de llevar a un grupo de personas a través del desierto sonorense. Me dijo que se lo hiciera llegar y así lo hice. Meses más tarde le escribí preguntando si había tenido oportunidad de leerlo. Me dijo que sí y si le autorizaba enseñárselo a un amigo director. Por supuesto, contesté. Algunos meses más tarde, Freddie Cabral, de turismo, me habló diciéndome que un productor de cine andaba buscando locaciones de carreteras en el noroeste y que si podía ayudarle. Por supuesto, le dije. Era Alejandro Springall y Celso García, el director de la película que se llamó La delgada Línea Amarilla. Freddie y Alejandro habían hablado de mí y éste sabía quién era yo. Me dijo que le había gustado leer La ruta de los caidos y que le gustaría dirigirla. Seguro, le dije. Llevaba unas copias del guion novelado y les di un par de libros. Tiempo después, Alejandro me escribió invitándome por parte de Bertha Navarro, al Taller de guion en Oaxaca organizado por Sundance de Robert Redford y Bertha Navarro, con guionistas de Estados Unidos y de latino américa. Durante el taller, Alejandro me dijo que Bertha Navarro quería producirla bajo la productora Tequila Gang, de ella y de Guillermo del Toro, ya que él, estaba produciendo La delgada Línea Amarilla.
Los guie por la costera de Puerto Libertad con impresionantes paisajes de saguaros y cardones y todo tipo de cactáceas y flora del desierto. Iban encantados. Los invité a visitar el Museo de la Reserva de El Pinacate y estaban maravillados por lo que vieron. Alejandro se enamoró de la región como yo siempre lo he estado. Recorrimos las carreteras de El Golfo a San Luis pasando por los pueblos y ejidos y por la carretera de San Luis a Sonoyta. De ahí regresamos a Puerto Peñasco.
Regresando a La Alfombra Roja, de ahí ingresamos al cine donde nos habían reservado dos filas. Alejandro Springall paso al frente acompañado de Cuauhtémoc Cárdenas Batel para hablar sobre el film invitando a los que ahí estábamos a pasar al frente. Una periodista me hizo algunas peguntas sobre mi parecer y resultado final, mismo que apareció en varios medios. Esta es a grandes rasgos la historia de Sonora: la ruta de los caídos. No fue fácil, fueron 24 años de perseverancia que al fin dio los resultados que yo me había trazado.