William Shakespeare y su contexto histórico

El pasado 23 de abril se conmemoró el Día del Libro y los derechos de autor. Esto debido a que en esa fecha, del mismo año (1616), mueren dos grandes pilares de la literatura mundial: el inglés William Shakespeare y el español Miguel de Cervantes de Saavedra.

Entonces, la Lic. Lady Priscila Solorzano dio una conferencia sobre William Shakespeare, en las instalaciones de la GAM (Galería de Arte Municipal). Y, a pesar de ser algo extensa, le pedí que me la resumiera en un artículo.

 

William Shakespeare y su contexto histórico

Por Lady Priscila Solorzano Barba

Han pasado 400 años y aún seguimos maravillados con su legado. William Shakespeare murió un 23 de abril de 1616, desconocemos las causas exactas de su deceso; ya que no hay un dato, un registro o un documento que nos brinde las causas de su partida; lo peor aún es que ni de su llegada y mucho menos de su existencia. Esto suena a una tragedia Shakespeariana, sin embargo esto no impide que muchos lo amén, otros le odien y pocos lo ignoren.

Muchos escritores y literatos  cuestionan el género de  sus obras; a pesar de los siglos que han transcurrido, unos lo catalogan como dramaturgo, otros como un  escritor prodigio  y  otros como un gran poeta. Una gran tertulia que siempre rodea a nuestro Bardo de Avon.  Además, los expertos creen que el nombre de William Shakespeare era un seudónimo y, otros dudan que él haya sido  creador de semejantes obras.

William Shakespeare  se desarrolló como escritor y dramaturgo  bajo el mandato de  dos monarcas diferentes. En estas dos etapas,  escribió diversas obras, cada una de ellas muestran una amplia gama de géneros, así como temáticas; respetando siempre el autor su propio estilo,  revolucionario para la literatura post renacentista y barroca.

Durante la era isabelina (1528-1603), Inglaterra sufrió una serie de cambios y de avances, no solamente económicos o territoriales, sino también en las artes, en las ciencias y sobre todo en las artes escénicas y en la literatura. La Reina Virgen (Isabel I) fue el primer monarca en la historia en otorgar permisos teatrales y la primera en construir un teatro de madera para las puestas en escenas públicas.

Después de la muerte de la Reina Virgen, sube al trono Jacobo I de Inglaterra e Irlanda y VI de Escocia. Esto no trajo problemas para el desarrollo de las artes sino todo lo contrario, pues el monarca contaba con un gran conocimiento enciclopédico y dedicaba tiempo a la escritura. Se tiene conocimiento de que fue un rey erudito, el cual estaba a favor del desarrollo literario y de las demás disciplinas artísticas.

A pesar de los avances económicos, ambos monarcas tuvieron un gobierno absolutista y clasista como en otros reinos. Sin embargo  Isabel primera y Jacobo I tuvieron un conflicto de creencias con sus súbditos. Por una parte la reina virgen continúo con la caza de católicos que había iniciado su padre, Enrique VIII; además cesó  totalmente sus relaciones con el Vaticano. Por otra parte,  el monarca Jacobo I, comenzó una caza en contra de aquellos que profesaran la brujería o incurrieran en pactos diabólicos.

El contexto histórico, como podemos apreciar, es una parte fundamental para el desarrollo literario de nuestro escritor ¿Por qué? Algunos se preguntarán. Esto se debe a que William Shakespeare, al igual que otros escritores,  nos narra  de una manera muy peculiar los sucesos ocurridos dentro del ambiente  social, político y  cultural, llevando al tintero diferentes sucesos que marcaron una época.

Durante el siglo XV y el XVI se desarrollaba el movimiento cultural más importante de la historia: el renacimiento. Algunos historiadores marcan la influencia de este movimiento hasta mediados del siglo XVI y otros a finales. Esta corriente  renacentista tuvo un gran impacto en toda Europa, marcando la transición de la edad media a la edad moderna, además fue la simiente de las ideas del humanismo. De misma manera, este movimiento fue una mímesis de la cultura griega y la romana, trayendo de nueva cuenta a flote, los temas mitológicos distintivos  de ambas culturas. Esto se puede apreciar en la pintura, la escultura, la arquitectura, la dramaturgia, la danza, la  literatura, etc… Y  a su vez se retomó el estudio de las ciencias, como la filosofía, la astrología, las matemáticas, y demás etcéteras.

A principios del siglo XVII, el Bardo de Avon (así se le llama también a William Shakespeare gracias al lugar en el que supuestamente nació y murió, Stratford-upon-Avon), ya era un escritor consagrado, muy querido tanto por la corte como por el pueblo. A pesar del éxito de sus poemas, obras  y puestas en escena, su estilo literario dio un giro total con la presencia de la corriente artística del Barroco. Esta cambió aspectos generales en el mundo del arte, y como bien suponemos, la literatura también sufrió, afectando también la narrativa de Shakespeare.

La literatura Barroca siguió utilizando la prosa, aunque esta tendía a ser más elaborada. Al mismo tiempo, esta corriente literaria dio nacimiento al  terceto, al cuarteto, el soneto y la redondilla. Los escritos tenían figuras retóricas y sobre todo, eran demasiado adornados, esto quiere decir, que caía en la exageración de los recursos para lograr estimular a los sentidos.

El teatro isabelino, como el  Barroco, se apegaba al contexto social y cultural de la época. Sus piezas  trataban  diversos temas, siendo los favoritos del público, temas como el honor, la religión, las tradiciones caballerescas, pastoriles, históricas y míticas. Siempre se buscaba que los personajes fueran alegóricos y los cuales fueran favorecidos por la fortuna, o que estuvieran perdidos en el vicio,  en  el pecado,  en la traición, etcétera.

Con en el barroco vino el  gran auge de las Óperas (más que nada en Italia), aunque en Inglaterra las obras teatrales seguían siendo  las favoritas del público (y sobre todo de sus majestades), estas piezas podrían tener un tinte trágico-cómico en donde usaba la música y canto para expresar los diálogos y monólogos, popularizándose entre las distintas clases sociales.

Entonces ¿Quién fue William Shakespeare?, ¿Por qué sigue siendo tan estudiado? Bueno, empezaremos con un dato general: el Bardo de Avon escribió 15 tragedias, 90 (o más) sonetos y 10 obras históricas. Las tragedias de este autor se destacan siempre por el libre albedrío, otorgando la capacidad a los protagonistas, por optar por su propio destino o su final. Los personajes están bien elaborados y desarrollados, contando con una psique muy apegada al comportamiento de un ser social. Cada vez que leemos sus obras, observamos en los protagonistas, y en el ambiente que desarrolla la historia, una copia fidedigna de la sociedad de su propia época.   Los héroes de sus obras  son imperfectos,  se hacen participes del bien y del mal; y vemos como, poco a poco en el desarrollo de la historia, la misma  mano del dramaturgo, los lleva a su perdición o a su gloria.

Hablando con más precisión del estilo literario de Shakespeare, podemos clasificar sus obras en tres  categorías en su primera etapa;  por ejemplo las  “tragedias”; que contienen el matiz de  la antigua escuela del filósofo y pensador Séneca,  cuya trama lleva a la irremediable desaparición del héroe. Por otra parte están las “comedias”, que son una mímesis  del estilo de  Plauto. Éstas se caracterizan por las peripecias humorísticas con final feliz. Están también las de  “dramas históricos”, que son  las que reflejan pasajes de la Historia de Inglaterra.

En  las dos últimas etapas creativas, Shakespeare escribió “comedias de conflicto”. La peculiaridad de estas, es que escapan a la clasificación tradicional, pues incluyen rasgos trágicos y cómicos. Estas  comedias de conflicto, a su vez  encaminan a los personajes a caminos equivocados, abundan los juegos de palabras brillantes y, a veces, con alusiones eróticas. Se usan los disfraces, junto con  el uso de diferentes identidades y suele estar presente el bufón que, al ser loco o irresponsable, es usado para poner en su boca las verdades  que otros no osarían decir. Algunos finales son festivos, y reparan los daños ocasionados por la perversidad de personajes corruptos y codiciosos.

 

La etapa en que el Bardo de Avon redactó “tragicomedias románticas” (comedias tardías o simplemente romances), son las de la última vuelta de tuerca creativa del autor.  Fijan su temática y estructura en la Literatura medieval, ofreciendo una formal y depurada sencillez. A su vez, el autor retomaba el mundo fantástico de los reyes y de las hadas para escribir sus comedias. Por ejemplo Un sueño en la noche de verano, donde vemos la aparición de dioses,  hadas y  humanos. Por otra parte, observamos el más trágico demonio de los celos, en Otelo, el moro de Venecia; presentando a su protagonista con respeto, rompiendo con la tradición de mostrar como villanos a la gente de piel morena.

Podemos resaltar que William Shakespeare fomentaba el patriotismo y el amor a la cultura en sus tragedias y comedias. Así mismo en casa uno de sus libros o poemas  podemos apreciar las diferentes formas de amar, como lo son amar hasta morir, amar hasta volverse loco de celos, amar el poder, etc.  Incluido también, aunque muchos no lo acepten, el  erotismo, siendo  el poema de Venus y Adonis una muestra de ello.

Sin embargo lo que más resalta, es que está  claro que  lo suyo era narrar de la manera formidable, inigualable, incluso. Y que gracias a sus escritos podemos apreciar la posición miserable y mínima que ocupa el hombre en la vida y  que está hecha de la misma materia de los sueños,  es en realidad una aventura misteriosa profunda e inabarcable.

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