Mi problema con “SPECTRE”

Por Andri Samp.

Ayer, por fin, me tocó ver la última película de Bond, James Bond (ajá si, el hombre de los clichés) en el cine.  Casi de inmediato me gustó por la secuencia en la ciudad de México, con las tomas del Museo Nacional de Arte, y la inexplicable continuidad en el ascensor del Hotel de México, si, lo confieso: AMO LA CIUDAD DE MÉXICO, Y AMO LOS EDIFICIOS DEL CENTRO HISTÓRICO. Es por eso que mi problema empezó también casi enseguida, cuando destruyeron un edificio (obvio, supongo que con efectos especiales en algún set, y que no era el verdadero), así como también con el mega desfile a la muerte, día de muertos.

¡Qué alguien me explique por favor que tiene que ver los vestidos típicos de Oaxaca con el día de muertos!, pero bueno, que es gringoland, y se permiten las libertades creativas, a ver si no tenemos un desfile de muertos en el D.F. el próximo año. Pero protesto, no hubo pandas, digo las catrinas estaban muy delgadas, y no parecían naturales, generalmente parecen de osos pandas para arriba, o sea Keikos de Liberen a Willy. No había color.

Bueno, ya termino mi crítica pseudoconstructiva de esta secuencia, y cómo decirlo, es una película bien hecha, con buenas (excelentes) locaciones en México, Roma, Austria, África y Londres. Trae muchas reminiscencias de las otras películas con este mismo actor, Daniel Craig, quien otra vez se luce en el papel de espía “no siento nada con la mujer en turno, hago piruetas en el aire y caigo en un sillón”. De las otras mujeres bond, pues la mexicana se queda con las ganas, ajá, si, la deja sola en la habitación del hotel, el único mérito es caminar orgullosa del brazo del mencionado agente por la calle; de una desperdiciada Mónica Belluci, quien obvio que no se queda con las ganas, pero nosotros sí, de que saliera más en la película,  ella en su  papel de viuda salvada y consolada como se debe, y nosotros con cara de ¿a qué hora vuelve a salir?.

Por último le dan protagonismo, a una muy joven Léa Seydoux  (bravo, me acordé del apellido), quien se supone es la mujer que logra que este asesino despiadado, si, el protagonista, cambie por ella (lagrimita, lagrimita).

Bueno, fuera de spoilers, es una película de acción, en la que no se tiene que pensar nada, todo lo puedes adivinar, sin giros inesperados, ni nada de eso. Las sorpresas, para mí, fueron: la presencia de cierto actor, inglés, quien se luce en otra serie con su papel de Moriarty (si, en Sherlock), pero que mataron de una forma muy estúpida en esta película; y cierto paraje en África que me recordó a Puerto Peñasco, si desierto, desierto, desierto.

Es una película palomera, la puedes ver una vez para cumplir con el ritual de salir en fin de semana, y dos veces,  si te gana el placer culpable o el morbo para algunos, pero que no contribuye en nada a la historia del 007.

Y, ojo, que no escribo nada acerca de la entrada, ni del tema; me gustaron más la de “Skyfall”.

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