Inicia plan de rescate de vaquita marina con apoyo de delfines

Inauguran Estación Naval de búsqueda, rescate y vigilancia marítima

Por José Antonio Pérez

El proyecto de localización y rescate de vaquitas marinas mediante el uso de delfines entrenados inició con la inauguración de la Estación Naval de Búsqueda, Rescate y Vigilancia Marítima (Ensar) en San Felipe, Baja California.

Las Secretarías de la Marina-Armada de México, de la Defensa Nacional y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca y organizaciones y asociaciones civiles ambientalistas inauguraron este modelo operacional creado para salvaguardar la vida humana en la mar y realizar actividades de vigilancia en las zonas marinas mexicanas, en especial la Reserva del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado.

Rafael Pacchiano Alamán, titular de la SEMARNAT, expresó: “Tenemos frente a nosotros la oportunidad de evitar la desaparición de una especie que México comparte con el mundo, y confiamos en que estos esfuerzos tendrán resultados positivos”.

Dijo que sin duda es una iniciativa del Gobierno para evitar la extinción de la vaquita marina en el Alto Golfo de California, sin precedentes en el mundo. Señaló que la apertura de la Estación de Búsqueda y Rescate forma parte del Programa Vaquita CPR (conservación, protección y recuperación) y es el último paso para conducir exitosamente a un lugar seguro a las vaquitas que existen para su reproducción asistida.

Explicó que llegaron a San Felipe cuatro delfines nariz de botella llamados Andrea, Fathom, Katrina y Splash que la Armada de Estados Unidos entrenó para la búsqueda de vaquitas marinas en el Alto Golfo de California. El trabajo de los delfines será localizar ejemplares de la marsopa y encaminarlos al santuario que fue construido dentro del Alto Golfo de California con el propósito de aislarlos y asistirlos en su reproducción.

El objetivo, dijo Pacchiano Alamán, es protegerlos de las redes de enmalle ilegales que aún operan en la zona, en tanto las autoridades continúan con los trabajos para erradicar esas artes de pesca que por ley ya están prohibidas.

Durante un recorrido por la zona para brindar detalles sobre este proyecto, el doctor Lorenzo Rojas, uno de los científicos encargados de llevarlo adelante, explicó que los cuatro delfines recibieron un entrenamiento especial por parte de la Marina estadunidense en la ciudad de San Francisco, alrededor del puente Golden Gate, para localizar a otros animales.

La labor de estos cetáceos, explicó el investigador de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), consiste únicamente en ubicar a las vaquitas marinas y “avisarle” a sus entrenadores sobre el hallazgo, a través de una serie de brincos.

Es entonces cuando una flota de tres embarcaciones, tripuladas por veterinarios especialistas en esta especie marina, se darán a la tarea de llegar hasta donde se encuentran las vaquitas, navegar en círculos en torno a ellas y evaluar si es factible capturarlas o no.

El factor que lo determina es el estrés: si los ejemplares se encuentran demasiado nerviosos, únicamente se les pone una marca para monitorear su viaje –si es que su estado de salud lo tolera—y después se permite que sigan en libertad.

En caso de que la vaquita esté tranquila en el momento de ubicarla, los encargados del proyecto la capturan y la llevan a una estación terrestre ubicada a las faldas del cerro del Machorro, en la comunidad de San Felipe, Baja California, donde pasan 48 horas bajo observación médica para analizar su comportamiento y ver si se alimentan adecuadamente.

Ahí, los animales son mantenidos en albercas de plástico adaptadas especialmente para albergarlos, equipadas con filtros de agua y aire, además de equipos de ultrasonido, rayos X y monitores de respiración y ritmo cardiaco, para evitar cualquier complicación en la salud de las vaquitas.

Para trasladar a los especímenes –que pueden pesar hasta 30 kilos–, ningún cuidado es excesivo. Por eso, los veterinarios estadunidenses y mexicanos utilizarán camillas especiales en donde se busca minimizar el ruido, las vibraciones y cualquier otro estímulo que pueda estresarlos.

Si todo sale bien, indicó Ricardo Rebolledo, de la organización Animal Care, las marsopas son llevadas a una suerte de “corral” marino de 45 metros de diámetro, ubicado a 1.5 millas náuticas de distancia de la playa, en donde serán mantenidas por tiempo indefinido, con el objetivo de que se reproduzcan en cautiverio.

Esta es la fase que puede llevar más tiempo, dado que las vaquitas únicamente tienen una cría cada dos años, afirmó Lorenzo Rojas, quien destacó que nunca antes se había intentado un programa de tal magnitud para salvar a una especie marina en peligro de extinción.

Los delfines encargados de ubicar a los últimos ejemplares de este cetáceo endémico del Alto Golfo de California –según cálculos oficiales, únicamente quedan 30—sólo “trabajarán” dos horas al día, y el periodo de búsqueda abarcará del 11 de octubre al 11 de noviembre.

La estación naval de San Felipe cuenta con dos embarcaciones tipo Defender, dos motos acuáticas y equipo especializado, pero sobre todo con personal naval altamente capacitado, dijo, y destacó que en abril del año en curso se concluyó su construcción, y a la fecha se han recibido 66 llamadas de auxilio para prestar apoyo a embarcaciones que se encontraban en alguna situación de emergencia. Además, se han llevado a cabo 365 operaciones de mantenimiento, todo lo cual garantiza el estado de Derecho en la zona.

Al trabajar de manera conjunta dependencias del Gobierno de la República y organizaciones medioambientales se crea la unión que permite sumar esfuerzos en pro de la conservación, protección y recuperación de la vaquita marina en beneficio del medio marino de México y del mundo entero.

Con la develación de la placa inaugural de esta ENSAR se fortalece el Sistema Nacional de Búsqueda y Rescate del gobierno de la República, la cual ha sumado 12 estaciones durante actual administración, para contar con un total de 29, distribuidas en ambos litorales.

En el Golfo de California se cuenta con ocho estaciones de este tipo, que velan por la vida de quienes realizan una actividad en los mares y cumplen la responsabilidad de preservar el medio marino.

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